[1] ¿La mierda habla?

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Alto, fuerte y con un carácter audaz y solitario. Así era descrito el ex jefe de la mafia, Crocodile, que a pesar de ya no tener nada que ver con la mafia, seguiría siendo el líder de esta ya que nadie era mejor que él.

A Crocodile no le podría importar menos, ya tenía una edad que era mejor para él tomarse las cosas con más calma. Ahora se encontraba paseando por la montaña, un recorrido común que solía hacer para mantenerse en forma. Los animales de alrededor ya ni siquiera le tenían miedo cuando lo veían. Su rutina consistía en levantarse, hacer lo común y luego realizar tareas como cualquier persona normal: la compra, asear su gran casa, cocinar. Luego darse el lujo de descansar, leer un libro mientras bebe whisky o ron y mezclarlo con su puro habitual.

Poco después daría un paseo por las tardes para cuando llegase a la cima poder ver la puesta de sol con calma, y esta vez, algo rompió su preciosa rutina.

Esa ¿cosa? cubierta de lodo y hojas se le atravesó por el camino. Era la primera vez que veía algo así en su existencia. Dar un paseo por la montaña y ser asaltado por un ¿monstruo? con la estatura de un minion no estaba en sus planes y nunca lo hubiera estado. Ni siquiera tenía forma de un animal existente en toda la faz de la tierra.

Crocodile no era fanático de ensuciarse, pero era capaz de hacerlo si esa mierdecilla atenta contra su vida. Él estaba listo para lanzar su libro si hacía falta, pero no lo necesitó cuando la mierdecilla calló por sí sola. Había tropezado sobre sí misma, soltando un quejido.

¡Ay!

¿Ay?— repitió Crocodile, sabiendo perfectamente que los animales, bueno, la caca no habla.

La mierdecilla se levantó poco a poco, pero se sentó sobre sus rodillas. Ahora estaba cubierta de lodo, tierra y hojas, pero Croc, siempre precavido, trajo una botella de agua consigo. Cualquier pensamiento de lo que sea que fuera esa mierdecilla había desaparecido. Quizás la suciedad no lo hizo del todo cuando le roció agua, pero por lo menos una forma híbrida se hizo presente.

El cocodrilo tachó de su mente la palabra 'mierdecilla' y la cambió por 'niño'.

Sí. La mierde- el niño tenía forma de niño.

Sus ojos se pusieron en blanco y se dio media vuelta. Por primera vez no terminaría su recorrido por la montaña, lo cual le hacía sentir ciertamente incómodo por dentro. Una especie de sensación de fracaso, pero la ignoró, todo sea por no tener la responsabilidad de cargar con esa- el niño.

¡Ah!— exclamó la cosa.

Crocodile la ignoró, no era su responsabilidad. Aunque, a pesar de tener la resistencia de un cocodrilo porque era un híbrido de cocodrilo, debió ser más rápido que el niño, ¡pero no tiene ni idea de cuando la pequeña mierda le tomó de la cola!

¡Suéltame!

¡Aah!

¡No me toques!— cuando trató de soltarse fue un poco imposible. Era como si lo hubiera agarrado con el puñito de un bebé. ¡Era imposible abrir esa palma!

A decir verdad, se sentía asqueado. Odiaba ensuciarse ya que después de todo era un cocodrilo y le gustaba el agua.

Crocodile suspiró con pesadez y miró hacia su cola. Dos orejas peludas y de aspecto suciamente esponjoso se veían en su cabeza. Una pequeña cola que se movía de un lado a lado con frenesí y unos ojos grandes, brillantes y ónix lo miraban con una brillante sonrisa. Gracias a eso un tic en el ojo se le apareció. Odiaba las cosas tiernas.

No le importaba de donde era el niño, si se había perdido o incluso, si lo habían abandonado, Crocodile volvería a casa y esperaría hasta mañana para retomar su camino con tranquilidad.

No le importaba de donde era el niño, si se había perdido o incluso, si lo habían abandonado, Crocodile volvería a casa  y esperaría hasta mañana para retomar su camino  con tranquilidad

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¿Qué estoy haciendo con mi vida?—soltó profundamente, sentándose en el sofá.

A un lado de él estaba el niño hecho bolita durmiendo encima de una almohada.

Liderando una mafia desde joven, asesinando a gente, torturando personas y capaz de utilizar todo tipo de armas. Sabiendo eso no se hizo capaz de volver a dejar al niño dónde estaba, eso y por que cuando lo logró el niño lo siguió. Para ser un reptil de sangre fría su corazón seguía siendo cálido.

Crocodile suspiró pesadamente, encendió un puro y prendió la televisión. Cuando el niño despierte se encargaría de él personalmente.

 Cuando el niño despierte se encargaría de él personalmente

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El cocodrilo y su cachorro [One Piece]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora