Capítulo 11

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Pov. Zhan

Desperté en una especie de sótano con cadenas atadas a mis manos y pies, trate de safarme pero era imposible, no sé cuantos dias llevo aqui o si mi alfa se salvó pero creo que tomé una buena decisión al llamar al médico.

Muchos hubieran actuado como locos sin pensar en la posibilidad de que los mataran a todos, quedariamos dias ahí hasta que alguien nos encontrara, solo deseo que Yibo este bien, ya le quité su último estorbo del camino.

Mi sueño es ser papá y estando aqui no sé si podré lograrlo, Wang y yo lo atrasabamos para no tener un talón de aquiles en enfrentamientos pero ahora me arrepiento de no arriesgarme más.

Tengo hambre y mucha sed, giré a mi derecha y solo vi un trozo de pan con agua, asquerosa combinación para mi gusto pero aún asi tomé y comí cada cosas en distintos tiempos.

No tenia energias, solo dormi y cuando desperté habian 4 hombres mirándome fijamente.

- Ya despertó - Dijó un hombre alto de cabellera azul por una radió.

- Voy para allá - se escuchó del otro lado de la linea.

Mis pelos se erizaron y mi omega se puso a la defensiva, algo malo me iba a suceder de eso estaba seguro.

Siempre que leia un libro trataba a los secuestrados de inútiles por no saber salirse con la suya, pero estar en la situación son dos cosas diferentes, lo que me diferencia a mi de los libros es que yo siempre me salgo con la mia.

La puerta fué abierta y dentró un hombre alto de cabello grisáceo, apenas lo reconocí cuando la luz le dió en su cara, el hijo de Wen.

- Hasta que la putita se despierta, voy a cobrarte la muerte del patrón, lamentaras haber nacido y la parte más emocionante - sonrió con sombria - Wang no esta aqui para salvarte.

<<Te encontrará>> pensé.

- No me gusta que no me responda muñeco, para la próxima responde - y con eso dió su primer puño en mi cara, el primero de muchos.

*****

Estando en el avión recibí una llamada, cogi mi teléfono y miré el nombre en la pantalla, de solo mirarlo ya sabia que él ya se habia dado cuenta, no sé cómo pero Wei Ying siempre se da cuenta de lo que pasé con Zhan.

A veces Zhan y Wei Ying tenian reuniones y pijamadas que terminaban en muchas travesuras en la mansión, una de muchas fué que una vez cuando Zhan aún era aprendis en el manejo de armas y le quería enseñar a Wei Ying porque según él ya era un expertó, ya se imaginaran quien casi muere mientras se paseaba por el jardin gracias al insomio.

- Hola Ying ¿Cómo estás? - Respodí la llamada, sereno.

- ¿Dónde está Zhan? - Me preguntó sin tan siquiera darme el saludo, y es que para Wei Ying, el pelinegro siempre era su numero uno.

- Me alegra que estes bien, Ying - Suspiré - Zhan fué secuestrado pero ya estoy viajando hacia Rusia a su rescate.

- ¿¡RUSIA!?, Dios mio, me va a dar algo al corazón un dia de estos, algo le pasa a Zhan y juro que te corto el miembro con el que lo enamoraste - Dicho esto colgó.

<<Me lo voy a tomar como un cumplido y claro que voy a recuperar a Zhan>> pensé.

No soy número uno en el mundo de la mafia por mis torturas o algo parecido, más bien por manejar tan bien mi negocios que jamás han sospechado de mi y todos salen exitosos, si de matar se trata prefiero no tomarme mucho tiempo.

Aterricé unas horas después en Rusia y me dirigi a la casa de Hai Wang, al entrar fui recibido por la servidumbre y por Hai Wang en un abrazo que no correspondi, solo soy afectuoso con mi omega.

[♡♡]

Después de que aquel tipo salió del sotano con sus otros cuatro hombres quedé con un labio roto, dolor en mis costillas y unos cuantos morados, eran heridas muy superficiales para mi, cuando hacia boxeo con Yibo realmente me hacia daño, pegaba fuerte, en esos momentos nos desconociamos y no eramos esposos pero luego él se encargaba de curarme.

Inhale y exhale varias veces para recuperar el aire, mi omega ya estaba terminando de curar mis heridas, se volvio profesional en eso, que no me hayan conocido como el esposo de Wang no significa que no tuve enfrentamientos como su subordinado.

Tenia que salir de aqui, busqué con mi mirada por toda la habitación algo que me pudiera ayudar a escapar y estuviera a mi alcancé.

- Señor, Wang ya se dió cuenta que lo tenemos acá, habló con Hai Wang y sus hombres ya están buscandolo, deberiamos movernos - se escuchó detrás de la puerta.

- No, no nos moveremos, no se darán cuenta donde estamos, Rusia es un pais grande.

<<¿¡estoy en Rusia!?

- señor creo que se le está olvidando que se metió con Wang.

- ¡¡PENG TENGO TODO BAJO CONTROL DEJATE DE ESTUPIDECES!!.

- Si señor.

Visualicé una pinza de cabello en el piso, puede ser que antes aqui habia una mujer, eso no importa, la tomé y traté de abrir una cerradura de los 4 candados, 1 en cada extremidad.

Lo intenté de mil formas, y ninguna me funcionaba, ya se me estaba acabando la paciencia.

- Demonios, vamos - susurre.

Después de mucho intentar, cuando el primer candado iba a abrise la puerta fué abierta dejando ver a un peligris, alto y musculoso.

- Asi que estas intentando escapar - Preguntó

- N-no, estaba entreteniendome con esta pinza, realmente si lo ves bien no serviría para abrir jamás estas cerraduras.

Dijé, si el hombre era inteligente podria ver que si sirven.

El peligris detalló la pinza - tienes razón - respondió dejando a mi lado pan y agua.

<<Imbécil>>

<<¿Qué no tienen otra cosa para comer?>> - Rodee los ojos y el alto salió de la habitación.

Tomé el vaso con agua y la bebí, volvi a intentar abrir el candado y para mi suerte este se abrió, saqué mi pie izquierdo lastimado por las cadenas y repetí lo mismo con los otros tres.

Ya liberado me puse de pie pero caí, no tenia fuerzas en mis piernas, lo volvi a intentar y me sostuve de una mesa que estaba cerca, el olor a humedad daba ganas de vomitar y me estaba mareando.

[♡♡]

En la oficina de Hai Wang estabamos mis tres subordinados, el ya nombrado y yo.

- Lo tienen en un contenedor a las afueras de Rusia, nos tomó tiempo encontrarlo, lo tienen muy bien asegurado, la entrada la protegen unos 10 hombres armados hasta los dientes - Dijo Hai Wang.

- Muy bien, gracias, necesito que me prestes unos 50 hombres para ir por mi esposo, quiero ir lo más antes posible.

- Siendo así, pueden irsen ahora, es muy temprano en la mañana - Hai Wang miró su reloj - Son las siete con tres minutos.

- Muchas gracias y - Tiró un maletin repleto de billetes el escritorio - quédese con esto, es por su ayuda.

- Sabe que no me hace falta pero lo tomaré y lo donaré - Dijo Hai Wang.

- Bien, haga con él lo que le plazca, a mi tampoco me hace falta por lo cual no acepto devoluciones.

Me reuní con los 50 hombres de Hai Wang y nos dirigimos a las afueras de Rusia.

Hoy recuperaria a mi omega.

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Casado con un Mafioso 💚YIZHAN❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora