Sunghoon se encontraba en el aula con sus compañeros de clase, todos hablando y riendo animadamente. Pero para él, todo el ruido solo parecía acentuar su sensación de soledad. Su mirada perdida se posaba en sus libros los cuales nisiquiera había abierto, y por ende mucho menos leído, mientras su mente le repetía lo difícil y problemático que era, haciéndolo sentir peor.
-Yo quiero tener un departamento en Seattle.-Escucho decir a uno de sus compañeros mientras los otros le dieron la razón y comenzaron también a hablar sobre sus planes y proyectos a futuro, sunghoon solo escuchaba distante y cada palabra que escuchaba a lo lejos la sentía como un piquete a su corazón que le recordaba lo distante que se sentía de esa realidad. Su voz interna le repetía que no tenía sentido hacer planes a futuro y se preguntaba si había sido buena idea no haber saltado el día anterior.
De repente, escuchó risas que surgían de una mesa de atras. Giró la cabeza y encontró a un grupo de chicas que lo saludaron con una sonrisa coqueta y apesar de todo, Hoon trato de sonreírles de regreso, forzando lo mas que pudo una sonrisa amable, pero que probablemente habia parecido una sonrisa incomoda.
Regreso la vista al frente y sus oídos no pudieron evitar captar fragmentos de la conversación de las chicas.
-Te lo dije, es un raro.-Susurro una de ellas.
-Supongo que su cara bonita es lo unico bueno en el.-Respondió la otra y se rieron bajito.
Sunghoon apretó los puños bajo la mesa, sintiendo una mezcla de frustración y tristeza pero claramente no lloraría enfrente de nadie, prefería que lo tomarán como raro y rebelde, a como un débil que solo sabe hacerse la víctima, sacó sus audífonos y se los coloco para evitar seguir escuchando las conversaciones que sentía tanto mal le hacían.
Los demas alumnos seguían su ritmo, ajenos a la batalla interna de Sunghoon. Y mientras el bullicio continuaba, él se aferraba a la esperanza de que algún día sus planes de salir de Meraki se convirtieran realidad y no solo en sus sueños.
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Si Sunoo pudiera elegir, elegiría ser un adolescente normal y no una máquina del tiempo humana con dificultad para hacer amigos, pero desafortunadamente no podía hacerlo y por eso ahora mismo se encontraba solo en una pequeña mesa mientras los demás se encontraban hablando animadamente en el almuerzo.
"¿Es posible regresar el tiempo?" Escribió en la barra de búsqueda de su teléfono el cual arrojo un monton de opciones, apretó en la primera y comenzó a leer.
-Hey - dijo el pelinegro mientras se sentaba frente a Sunoo e interrumpía su lectura.
-Hola - respondió el pelirosa apagando rapidamente su teléfono.
-Sunoo ¿no? - busco la mirada de su contrario el cual asintió. - yo... te vi muy solo y como ayer me hiciste compañía en la azotea creí que yo podría hacerte compañía en el almuerzo.
