𝑭𝒂𝒎𝒊𝒍𝒊𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒄𝒐𝒔

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A causa de la pandemia, ONU, decidió haber las reuniones virtuales, (más a capricho de que tenían que ser ejemplos de Seguridad ya que los países no se enferman en si.) todo estaba yendo bien, como decía yendo.

Una estruendosos golpes se escucharon, además de una fuerte risa, que parecía de alguien con promesas respiratorios mezclados con el sonido del motor de una moto a alta velocidad.

—¿Alemania? -hablo la Organización, llamando al susodicho, el cual abría levantado a ver que sucedía.

—¡¿Papa?! ¿¡Te rompiste el culo!? -grito Democracia, muy alterado.

—¡¿Que esta pasando aquí?! -grito alemania desde la puerta de su Oficina.

—¡Un médico! ¡Weimar se atraganta con su saliva mientras se reía! ¡Ah! ¡Y Tercer Imperio no consigue caminar! -Grito Imperio Alemán, el cual del susto se cayer su te en el nuevo tapete.

—¡¿Alemania?! ¿Que esta pasando? -hablo Italia Fascista, notablemente preocupado, mientras empujaba a su hijo a un lado acercándose en la Cámara.

Estuvo un rato en silencio, mientras se escuchaban a los alemanes discutir, para luego volver el joven alemán.

—Eh, ONU, tengo que irme, mi padre se cayó de la escalera y no consigue levantarse... -miro nervioso esperando el permiso.

—No creo que sea algo grave, además estamos en un tema muy importante.

—¡Mi papá se cayó dando sentones en la escaleras! ¡Se rompió el culo! -grito enojado Democracia, para luego tomar a su hermano y arrastarlo.

—¡Ni en la guerra te jodieron tanto! ¡Y eso que estabas con URSS! -se escuchaban las burlas del Weimar.

—¡Te voy a matar! -el grito del alemán más enano de la familia resonó.

—¡Intentalo cuando puedas caminar! -para luego escucharse las risas de retrasado del contrario.

—¡Quememos la casa! ¡Esa escalera es un peligro social! -hablo por fin Prusia.

Todos los países no sabían que decir algunos se reían y otros, bueno, finjian no escuchar nada.

—La escalera si que le a dado bien duro, pero, ¿Como se cayó? -se escuchó a Imperio Alemán el cual entró a la Oficina en busca de apagar el computador. —¿Ahora? ¿Cono se apaga esta porquería?

—Échale agua, a mi me funciona todas las veces. -hablo SIRG, con tranquilidad, entrando también. —Mira, ay están todos los imbéciles dentro de este aparato. -apuntó a los países.

—Se resbaló de la escalera y se cayó dando sentones de cada escalón asta el último, es la primera vez que lo veo agonizar por un buen rato. -hablo divertido Weimar, entrando también. —Ale y Alan con Prusia acabaron de irse a llevar a enano al médico, ¿Le vamos a meter el dedo en el culo?

—¿Que dices? Ni que fuera tu para que le andén metiendo cosas cortas -burló el mayor entre los tres.

—Aveces me pregunto cómo es que somos familia... -Negó Imperio, mirando a su hijo y abuelo. —Bueno, haber ¿Como se apaga esta cochinada?

—Ya dije que le echemos agua.

—Solo apreta el botón de apagar y ya, no es tan ducifil. -hablo con tranquilidad, para luego fruncir el ceño al no encontrar el botón. —¿A donde mierdas se fue el puto rotonda?

—Esta en la esquina. -hablo ONU, mientras se rasgacaba la cien del punto de su nariz, cansado, pensaba que la familia alemana era la más normal fue una equivocación.

—Ya lo sabía... Mejor hechar le agua, la verdad, me da ansiedad que me miren todos estos buenos para nada y Reino de Italia. -explicó alejándose.

Dicho aquello fueron a por un balde con agua dejando solo a SIRG, el cual miraba en silencio, para arquera una ceja.

—Me dan asco.

Dicho aquello se apagó la transmisión, le echaron agua, todo tranquilo.

3 minutos después.

Los tres estaban afuera, mientras la casa se quemaba, talvez no fue buena idea echarle agua.