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Cuando el dolor siempre está presente en esas fechas.

Algo que era notable, la familia aleman simpre mantenía un día día de luto, donde evitaban con creces olvidar el amargo dolor que se podría presente.

Incluso República de Weimar, en aquel día, dejaba su papel cómico y molesto de hermano mayor, para simplemente estar presente en evitar desmoronarse al ver a su hermano menor lamentar en completo silencio una alma que nunca será recuperada.

República Democrática de Alemania, más conocido como Alan, el hijo mayor de Tercer Imperio y la Unión Soviética.

La familia conocio al pequeño ser, apesar de nacer enfermo y antes de lo previsto, era la cosa más adorable, siendo cuidado en su principal abuelos y tio.

Aquel pequeño de cabellos negros y ojos bicolor, sonriente, con una gran devoción en seguir los pasos de su padre, un niño entusiasta.

El hermano que el actual governate nunca conocio, no ser consiente de la existencia y ajeno al dolor, sin comprender la importancia de aquella fecha en específico.

Su ignorancia fue causa propia, sin darle oportunidad a sus cercanos a explicar, talvez por en cansancio ou el fastidio de tener que darle importancia a un muerto que nunca conocio.

Si no era importante, entonces no merecía estar vivo, como las enseñanzas de su padre Estados Unidos.

——¿Ah donde vas, madre?

Apesar de ser consiente que solo llamaba de aquella manera al de esvástica en la soledad, este nunca mostro molestia en corregir, pero en aquel momento el resto de los familiares eran consiente de la situación.

——Nada, solo pensando, me reuniré con URSS esta tarde, no me esperes despierto. -sonrió con calma, terminando de costura un pequeño peluche de osito, con un lazo color dorado. ——Creo que este le gustara más que el otro.

——¿Con URSS? ¿Por que siempre te reunes con el con un peluche? ¿Te gusta?, no me agrada la idea de un padre, estamos bien los dos. -fruncio el ceño, arreglando sus lentas. ——Se que llevas tiempo divorciado de mi padre, pero eso no te da permiso a andar con tu ex, no consedo ningún permiso.

——Ya deja los celos, tu padre puede hacer lo que le plazca ya es un adulto y ya hizo una guerra, déjalo hacer lo que quiera. -regaño Weimar, dándole un leve golpe en la cabeza al menor tricolor. ——Tu eres su hijo, no su padre.

——Ya le reclamarle yo Ale, ahora no hagas verinche, yo le concedi el permiso de reunirse con URSS.

——Abuelo, pero...

𝑭𝒂𝒎𝒊𝒍𝒊𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒄𝒐𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora