Bienes vs. salvación

6 0 0
                                    

Pero Pedro le dijo: —No tengo ni plata ni oro, pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda! RVa — Hechos 3:6

Desde el principio Dios encomendó a la humanidad la satisfactoria tarea de cultivar la tierra con el propósito de que sus facultades físicas y mentales se mantuvieran vigorizadas, debido a que el trabajo de cultivar ayudaba al cuerpo a mantenerse en forma y los cultivos le servirían de alimento.

A medida que han pasado los años, siglos y milenios las cosas han cambiado, cada vez se "necesitan más cosas para vivir", aunque en realidad no es así. Debido al tipo y ritmo de vida actuales las personas necesitan recursos, dinero, para resolver prácticamente todas sus necesidades.

En su ministerio terrenal, Cristo no sólo sanó a los enfermos, además suplió sus necesidades alimentarias. Es bien sabido que el mal alimentado no piensa, por eso y más Cristo sació las necesidades de los que le seguían. Pero su enfoque fue siempre en la salvación y sanación de las personas. Lo demás era, y sigue siendo, secundario, porque ¿de qué le aprovechará al hombre ganar todo el mundo y perder su alma? (Mat. 16:26) de nada, ciertamente.

Los discípulos de Cristo hicieron milagros aún más grandes que los de su maestro, tal como este lo había predicho (Juan 14:12) y todo esto fue por la fe que desarrollaron al creer en su maestro.

Actualmente no podemos decir que no tenemos oro ni plata, pero ¿podemos decir levántate y anda y que ocurra?

Un momento con DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora