Capítulo 3

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Han pasado algunos meses después de lo acontecido en el capítulo anterior y en este momento se puede ver a T/N de ahora seis años corriendo por un bosque lejos de su antiguo hogar, pero ¿que pasó con sus padres?, su madre Nozomi falleció hace tres meses debido a su enfermedad y su padre se quedó atras para darle tiempo a escapar mientras le dío un par de pergaminos pidíendole que los abra cuando esté muy lejos y a salvo.

T/N: *snif* *snif* ¿Porqué me pasa todo esto?, primero mi madre y ahora mi padre.

Dijo entre lágrimas corriendo con una pequeña mochila donde llevaba los pergaminos que le dió su padre, en cada mano los cuchillos de trinchera de su madre y el su cuello un collar plateado con una figura de un cuervo de color rojo con unos pequeños cristales negros a cada lado.

T/N: Pero por más triste que esté debo cumplir lo que le prometí a mis padres.

Dije mientras recordaba las palabras de ellos.

[Takeo: Hijo, no te preocupes por mí... es el deber de cada padre proteger a sus hijos, crece, haste fuerte, ten tu propia familia, mata, has lo que sea necesario pero.......]

[Nozomi: T/N ya siento mi final cerca, sé que te duele mucho pero quiero que este dolor te sirva para sobreponerte y fortalecerte, si tienes que matar hazlo recuerda que algunas veces no podrás evitarlo o es él o tú, tambíen de que si no lo haces él podría seguir matando personas inocentes.]

[Nozomi: Quiero que crezcas, te hagas muy fuerte, tengas tu familia y me des muchos nietos o si quieres restablecer tu clan, adelante solo ten cuidado de a quíen eliges por pareja/as, no dejes que nadie te menosprecie pero aún mas importante...]

[Takeo/Nozomi: ¡¡¡VIVE, HIJO MÍO!!!]

T/N: Lo prometo papá, mamá, juro que por sobre todo viviré y además los vengaré... ¡lo juro!.

Dije con determinación mientras cada vez las explosiones y los gritos se hacían cada vez más lejanos.

T/N: De momento debo buscar un refugio antes de que caiga la noche.

Entonces recordé una pequeña cueva oculta entre algunas piedras grandes que se encontraba algo lejos de aquí, todavía era cerca pero por lo menos tendría agua y comida gracias a los peces del río.

Ya en la noche me encontraba cerca de la pequeña fogata dentro de la cueva, recordando todos los momentos felices que tuve con ellos y que todavía duele.

T/N: Hoy he perdido mucho más de lo que se puede imaginar...*inhalacíon profunda* pero no es tiempo para lamentos.

Decidí en ese momento que debería irme a algún lugar que casi no tenga prescencia militar para que puede entrenar en mi control de chacra y apesar de que mis padres me entrenaron un poco no es ni de cerca suficiente como para hacerle frente a un estudiante de alguna academia.

En ese momento que ya me encontraba más tranquilo busqué en mi mochila algo que me pudiera servir para tapar mis dos puntos rojos en la frente porque de lo contrario sería objetivo de todos en el mundo debido a mi linaje o por venganza/odio/ambición.

Busqué entre mis cosas y encontré una venda que usé para cubrir mi frente, pero siendo lo suficiente cómodo para que no parezca una herida en la cabeza.

Pero pensándolo bien, debería irme a algún pueblo grande ya que si me quedo lejos puedo morir fácilmente... debería buscar entre las cosas que me dieron mis padres para ver si encuentro algo que me ayude a unirme con algún pueblo shinobi.

Mientras buscabas entre las cosas, te percataste de un pergamino de color negro con matices rojos, ante la curiosidad decidiste abrirlo pero apenas desenrrollaste un poco el papel el pergamino liberó un humo negro.

El Uchiha MestizoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora