Confused Feelings || ChanSoo [Terminada]

V

Kyungsoo movía sus manos frenéticamente sobre su pantalón, ¿había algo peor que ser castigado por sus padres luego de hacer una travesura? Posiblemente era tener a Chanyeol a su lado y a un par de policías con rostros serios delante de ellos.

—¿Todo bien chicos? — Kyungsoo asintió, su traje de astronauta le pesaba. Lo más trágico detrás de todo el asunto es que tan pronto la policía había llegado al sitio Baekhyun y Jongdae lo dejaron solo.

—Sí, vamos a ir a mi casa. Ya sabe, cosas de novios. — Chanyeol colocó su mano junto a su boca como si lo dicho fuese un secreto. Kyungsoo se tensionó, ¿realmente no había enloquecido y lo que había pasado hace unas horas fue real? ¿Chanyeol le beso?

—Bueno jóvenes, váyanse de aquí. — Mencionó la oficial con una sonrisa.

Chanyeol tomo la mano de Kyungsoo ayudándole a caminar por la calle, Kyungsoo conocía a la perfección cada una de las maneras posibles para llegar a la casa de Chanyeol, no era tonto. El alto no estaba mintiendo justo ese era el sitio al cual se dirigían. Tenía que aclarar todo, estaba vuelto un desastre.

—Chanyeol. — Habló tímidamente el bajo. Chanyeol solo apretó ligeramente su mano indicándole que le estaba prestando atención. —Lo que paso en la fiesta... ¿fue real? Es decir...

—¿Qué cosa? — Preguntó burlonamente Chanyeol. —Dime con detalle lo que paso en la fiesta, y yo te diré si es verdad o no.

Kyungsoo conocía a Chanyeol, lo conocía tan bien que por eso sabía que realmente no iba a conseguir nada si evitaba cumplir las peticiones del alto. Era un tonto, pero incluso esa actitud le encantaba. Era tierno a su estilo.

—Cuando me besaste. La forma en la cual me tocaste. Joder, todo lo que ha pasado entre nosotros y que yo pensaba era producto de mis alucinaciones.

—Así que era por eso que me ignorabas, yo pensé que era un tipo de juego entre los dos. Tú fingías no conocerme mientras me acosabas y yo fingía ser un idiota para recibir tus muestras de afecto. Eres un tontito. —Chanyeol reflexionó, negó con la cabeza y se señaló con su mano libre. — Soy un tonto. Debí ir directo contigo y decirte que quería. ¿Falta decir lo obvio? Fue real, te bese a lo desgraciado hasta tocar con mi lengua tú alma.

—Con un simple, 'fue real' bastaba. — Kyungsoo sonrió. —Tonto, cabeza de chorlito.

Los dos sonrieron, Kyungsoo hizo memoria de todas esas veces que 'algo' había pasado con Chanyeol. Tendría que explicarle muchas cosas no solo a sus amigos sino a sus padres, él no quería esperar hasta el bendito matrimonio. Deseaba encontrarle sentido a sus sentimientos confusos, ponerles nombre, explorar su adolescencia.

No podía afirmar que Chanyeol fuese el amor de su vida, si era el caso sería fantástico. Si no, al menos deseaba poder en un futuro rememorar su vida y sentirse tranquilo por dejar cerrado todos los ciclos.

—La primera vez que decidí hablarte fuiste tú el que me besó. Me quede estático. Luego de ese beso me pateaste el estómago y saliste corriendo. — Chanyeol abrió la puerta de su casa dejando entrar a Kyungsoo. — Me pregunte '¿este chico está bien?' No te preocupes mis padres no están.

Kyungsoo asintió y miró con cariño como Chanyeol encendía todas las luces de la casa invitándolo con una mirada afectuosa a subir hasta su recamara.

—La segunda vez que hablamos fuiste algo distante, pero cuando fingía no darme cuenta estabas tomándome fotos. No niego que fue raro, eres un poquito raro. Aun así, cada que hablaba con Junmyeon sobre eso, me percate que exactamente de lo único que había hablado por meses era de ti. Mi mundo gira entorno a las pequeñas cosas que haces, desde dejar cartas cursis en mi cuaderno hasta robar mi ropa de deporte. Eres tierno, eres precioso. No me importa si me hiciste brujería, no me interesa. Estoy bien con ello.

—Tú...— Kyungsoo observo fijamente el cuarto de Chanyeol, lo que le hizo sonrojar fue un cuadro a medio pintar de él. —¿Me estas dibujando?

—Oh Kyungsoo, te he dicho tantas cosas y solo te fijas en eso. — Chanyeol río, ayudó al menor a deshacerse de su pesado disfraz dejándolo con unas delgadas prendas oscuras. — Si, eres mi mayor inspiración. Soo...

—Dime.

—¿Enserio pensabas que todo lo que hemos pasado era cosa de tu subconsciente? —Kyungsoo asintió, se acostó en la cama del alto mirando el techo. Chanyeol se limpió la cara, arrojó su ropa sucia en un canasto. Acercándose hasta Kyungsoo. —Eres un bobito.

—¡No es mi culpa!

Los dos volvieron a quedarse en silencio, el alto se acostó sobre Kyungsoo. Sus grandes manos delinearon el rostro del menor, sus suaves mejillas, sus labios regordetes, esos bonitos ojos que le encantaban brillando con gran intensidad.

—Me gustas, Do Kyungsoo. Me gustas. — Repitió intentando que el pequeño no lo olvidará. — Me encantas. Estoy enamorado de ti. No es una tontería, lo puedo sentir. Eres especial. Es divertido estar contigo, pero ya me cansé de tu juego. Ahora será a mi estilo. Nada de una relación a puerta cerrada. Nada de no hablarnos en lugares públicos. Nada de mandarnos notas románticas cuando podemos mejor hablar, hablar por horas. Besarnos por días. Acariciarnos por años. Amarnos por décadas.

—¿Enserio? — Kyungsoo abultó los labios, Chanyeol asintió con una sonrisa. La nariz de ambos se rozó con cariño. —Sabiendo que la relación que estaba en mi cabeza no era falsa y que eres real, que somos reales prometo dar lo mejor de mí para hacerte feliz.

—No tienes que esforzarte demasiado, con solo el hecho de que me mires me llena el pecho de un calor extraordinario. Kyungsoo, cuando nos besamos en la biblioteca me dijiste algo que me dejo pensando por mucho tiempo.

—¿Qué cosa?

—La respuesta es sí.

Chanyeol rompió la pequeña distancia entre los dos, beso los labios de Kyungsoo de forma lenta. Su lengua trazando círculos sobre los belfos del menor, ingresando en su boca saboreando su saliva, succionando todo de Kyungsoo.

Hacía tanto tiempo que le había añorado, tanto tiempo pensando que ese momento sería solo posible en sus sueños más preciados que el saber que Chanyeol verdaderamente le besaba con tanto afecto le parecía una locura.

Las uñas de Kyungsoo se clavaron en la espalda de Chanyeol, le tocaba desesperadamente verificando que era el Chanyeol de siempre. Aquel hombre guapo que le sonreía en ocasiones, aquel chico extrovertido que se frotaba contra él en los descansos, el mismo Chanyeol que jugueteaba con su trasero cuando quedaba solo en casa. El mismo hombre a quien tanto amaba.

—Soosie, soy tuyo.

—Chanyeol, te amo.

Las manos de Chanyeol se encargaron de delinear la figura de Kyungsoo, su boca de marcar cada centímetro de piel del menor y procuro sobre todas las cosas no limitarse en palabras. Decir todo lo que se acumuló en su corazón.

—Te amo Kyungsoo.