Único 2/2

6K 497 252
                                    

POV: Sergio

Desperté al oír unos fuertes golpes, era noche, la puerta que daba hacia el balcón estaba abierta dejando pasar un aire frío que se colaba a la habitación. Desconcertado me levanté para cerrarla y fui a ver de dónde se escuchaban esos golpeteos.

Llegué hasta el lugar donde provenían los sonido, encontrándome con Max golpeando su cabeza contra la entrada de la puerta, tenía la ropa sudada y los ojos cerrados con un ceño fruncido en su rostro.

-¿Max? -susurré poniendo mi mano en su frente para que dejará de golpearse-

Él no era sonámbulo por lo que era un suceso extraño, su piel estaba ardiendo como si tuviera fiebre. Lo llevé de regreso a nuestra cama y lo acosté, fui por una toalla húmeda para tratar de bajar su temperatura, pero al instante abrió los ojos y se incorporó de golpe.

-¡Checo!¡Checo!¡Checo! -empezó a gritar alterado-

-Hey, hey shshshsh -acaricie su espalda tratando de tranquilizarlo- Está bien, está bien, Maxie, respira -él me miró con los ojos llorosos y me abrazó fuertemente- Cariño ¿qué pasó? ¿te sientes bien?

-Soñé con Numerus -yo abrí los ojos-

-¡¿Qué?! ¿y qué soñaste?

-Él dijo que... -de repente sonó el celular de Max-

Tomé su teléfono y contesté al ver que quien llamaba era Carlos.

-¿Carlos?

-¡Sergio! Hola, oye me puedes pasar a Max, es que algo me acaba de pasar y necesito hablar con él -él también se escuchaba agitado-

-De acuerdo -le pasé el celular-

-Carlos... ¿Puedes dejar de gritar? No estoy sordo... A mi me acaba de pasar también... Ok, ok, te parece que nos veamos allá mañana... Si, adiós -colgó y me miró- Al parecer no fui el único al que el demonio visitó, tenemos que ir a Catemaco, ahora a arreglar esto.

-Muy bien, prepararé las cosas.

No sé que estaba pasando pero no me gustaba nada.

+++++++++++++++++++++++++++++++

POV: Carlos

Acabando de llamar a Max, fui a bajar una pequeña maleta para viajar a México.

Mis pantalones estaban rasgados con restos de pay y en una de mis manos sostenía una toalla medio quemada.

-Amor, ya te pedí perdón cien veces, lamento no haberme despertado, pero de verdad estaba muy cansado -Charles me paró con sus manos-

-No, no te perdono esa cosa me atacó, te estuve gritando y tu ni en cuenta, casi me mata, lo único que hubieras encontrado por la mañana hubiera sido mi sexy cuerpo tieso en el suelo.

-Carlos, te juro que en serio lo siento -me miraba arrepentido- Por favor no te enojes conmigo -no podía aguantar ver a mi novio triste-

Lamentablemente yo no tengo corazón de acero, mi sensibilidad emocional no me permite estar molesto mucho tiempo.

-Está bien, te perdonaré pero eso tendrá un precio -Charles me dirigió una mirada sospechosa-

Sí, yo era sensible y tal vez algo torpe, pero también era un enfermo sexual y tenía que sacar provecho de esto, porque literalmente fui agredido por la hija de la Llorona y él no pudo venir a salvarme.

-¿Cómo qué? -me acerqué a su oído y le susurre mi deseo- ¡Carlos Saínz! ¡No por supuesto que no! ¿Estás loco? Nos van a atrapar ¿Acaso quieres aparecer de nuevo en ese programa?

Atentamente: Checo (Chestappen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora