𝙏𝙃𝙀 𝘽𝙀𝘼𝙐𝙏𝙔 𝙏𝙃𝙀 𝘿𝙀𝙎𝙏𝙄𝙉𝙔 [ ɢʏᴜᴛᴀʀᴏ ]

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THE BEAUTY THE DESTINY | Gyutaro

Capítulo cuatro: ¡Casate conmigo!

Desde entonces Hoshizaki Tenshi no se siente sola, no quiera decir que Donguri nunca le hizo compañía. Desde siempre lo ha sido, solo que hace tiempo no había convivido con alguien más que no sea sus padres y ahora que decidió que los hermanos Shabana se quedarán en su casa no se ha sentido tan solitaria.

Gyutaro para no sentirse como un aprovechador ayuda a la pelirroja cazando animales y traer los baldes llenos de agua, a cambio Ume se queda con la chica para ayudarla con los quehaceres del hogar, no podía permitir que el ángel de ellos haga todo el trabajo, cuando no estaba haciendo nada jugaba con el roedor. Suficiente que los ayudara aquella fría noche y les diera un techo donde dormir.

Ha pasado una semana que los tres conviven con la compañía de la ardilla. Nunca hubo inconvenientes o discusiones, excepto el de los hermanos.

—¡Vamos, Gyu!

—Ten cuidado.—Dice el nombrado en alerta.

Tenshi rie apretando sus labios jalando la mano del contrario quien la vigilaba para que no caíga al pequeño riachuelo estremeciendose ante su cálido contacto. No importa cuantas veces le dijera a la chica que él se encargaría de ir a buscar el agua, el ángel no hacía caso y caminaba a dirección del río para hacerle compañía. No es que Gyutaro le molestara que lo acompañara, sólo que al estar acostumbrado que la gente lo rechazarán por su aspecto y el único ser humano amable con él fue su hermana menor hasta que conoció a Tenshi.

Su segundo ángel.

A veces se sentía más aprovechador cuando la hermosa chica era ciega. Si realmente lograra ver ¿Ella se sentiría asqueda al verlo? ¿Lo rechazará como los demás? ¿Si pudiera ver seguiría entrelezando sus dedos con los de él o los apartaría con asco?

—Tenshi...

—¿Si?—Pregunta la chica arrodillada en la tierra ahora con sus manos metidas en el agua.

—¿No te doy asco?

La sonrisa de boca de la pelirroja se forma en una línea recta girandolo a "ver" con una expresión interrogante ante esa pregunta.

—¿Por qué me darías asco, Gyu?—Pregunta seria.

—Soy horrible y la gente siempre me ha rechazado por mi aspecto, ni siquiera mi madre me quería.—Tenshi frunce su ceño por lo último.—Las únicas que me han tratado con amabilidad son Ume y tú, pero-

—¿Crees que si pudiera verte te rechazaría como las demás gente?

Gyutaro queda en silencio apartando la vista, su mano derecha se dirige a su cuello rascándose este con fuerza sintiéndose ansioso teniendo pensamientos negativos en su mente sin darse cuenta que la pelirroja se había levantado de la tierra secando sus manos encima de su ropa caminando con precaución hacía él.