Estrellas Blancas

Capítulo 2°

Después de algún tiempo Evelin sale del baño vestida de forma moderna con su vaquero corto y una camiseta amarilla con rayas rosas y unos zapatos blancos con estrellas negras, se había peinado su largo pelo negro y alizado las puntas, también se ha pintado las pestañas de un color muy oscuro que hacía resaltar sus grandes ojos verdes.

--Bueno estoy lista para la aventura-- Me dice riendose

--Muy bien, deja que coja mi cartera y nos vamos, vete entrando en el coche vale--

--Okay, espero que me des unas cuantas moneditas para el centro comercial no?--

--Claro que te dare algo...70 dolares te parecen bien?--

--Enserio...Tanto! Muchas gracias papá, no me habias dado nunca tanto dinero...será que estas hacercandote a tu ascenso verdad?--

En ese momento mi cuerpo volvió a estar tenso como una piedra y mis manos empezaban a sudar de nuevo

--Si...ya casi lo tengo-- Pude decir entre dientes

--Me alegra, bueno, yo me voy subiendo al coche, hasta ahora--

--Vale--

Mientras iba a cojer la cartera y relajando de nuevo mis musculos, encontre el periódico de hoy encima de la mesa en el que pude distinguir un gran articulo en la segunda página

<KOREA AMENAZA A ESTADOS UNIDOS CON UNA INTERVENCIÓN MILITAR DIRECTA>

Pero pase por alto ese articulo y seguí a cojer la cartera, luego salí a la calle y pude ver que hacía un dia precioso cuando el leve sol de entre las pocas nubes me llegó a la cara, pude sentir el frescor de esa mañana que no era ni muy fria ni muy calurosa asique entré al coche y nos pusimos en marcha.

--Primero quiero que vayas con migo a la parte de arriba, en donde los zapatos que los que tengo ahora son de la hedad de piedra, luego me gustaría ir a donde los vestidos ya que se hacerca el verano y después...--

--He he tranquila, ya haremos todo lo que quieras cuando lleguemos, pero ahora tengo una mala noticia para ti, mira ahi delante...--

Evelin se solto un poco el cinto y miro por encima de la ventanilla, cuando vio la cola de coches que habia unos metros mas adelante su rostro entusiasmado quedo reducido a una mueca y un lento y profundo suspiro antes de volver a sentarse con desprecio y colocarse de nuevo el cinto.

--Joder perderemos toda la mañana--

--Lo siento pero no puedo hacer nada para que lleguemos antes--

--Bueno, pero mientras tanto...jugamos a veo veo?--

Ella sabía que ese juego no me hacía ninguna gracia pero no me pude negar, asique durante la proxima hora y media estuvimos sin pausa adivinando nuestras palabras hasta que al fin pude ver el final de la cola.

--Gracias a dios-- Dije con alivio

--Ya era hora la verdad--

Aparcamos bastante serca del centro comercial y entramos a empezar este día que aunque me alegraba por poder pasar el dia con mi hija, no puedo quitarme mi despido de la cabeza ni como se lo explicaría a mi familia.

--Vamos, vamos que Yenni me ha dicho que habian rebajas de hasta un 70% en la tienda de vestidos que te dije--

Yenni era la mejor amiga de Evelin, pero que muchas veces dejaba tirada a mi hija despues de haberle dicho o prometido que quedarian en algún sitio, por eso no sale mucho y se queda demasiado tiempo en casa con el mobil siempre entre las manos.

--Espera porque no vamos primero a la parte de arriba?...tengo que mirar una cosa en el apartado de electrodomésticos, para nuestra cocina, porque tu madre me habia dicho que la tostadora esta bastante...--

--No! creía que veniamos por mi y no estar de nuevo buscando cosas para ti y mama, siempre pasa lo mismo y quiero que al menos una vez hagas algo solo por mi--

--Evelin te he dicho ya muchas veces que no me hables así!--

--Pero es la verdad siempre piensas solo en ti y en tu trabajo, los ultimos 2 años no me has prestado casi nada de atención hasta tal punto de estar ausente en Navidad! Siempre es tu trabajo por delante de todo, siempre!--

--Pues te alegrará oír que me han despedido ayer!--

--Q...que... pe...pero si has...--

En ese mismo instante sentí una enorme presión sobre todo mi cuerpo, no pude oír nada de lo que pasaba a mi alrededor, pude lograr alzar la vista hacia las ventanas del centro comercial segundos antes de que una luz tan blanca y tan grande como un millón de soles juntos cubría todo el cielo, solo pude describir esa luz como una enorme estrella blanca, al momento me di cuenta de que la retina de mis ojos empezaba a arderme asique baje rapidamente la vista justo cuando un gigantezco estruendo que hizo romper todas las ventanas a mi alrededor me sacara de ese trance, coji a Evelin tan rapido como podia y la tumbe con migo detras de un pilar de grueso metal, entonces quede aterrorizado cuando mi vista se posó en un hombre al que se le desprendía la piel de forma horrorosa la cual se estaba quemando, pero no quedo mucho tiempo delante mia ya que acto seguido una honda expansiva tan poderoza que doblaba la parte de arriba del pilar de hierro hizo literalmente volar a ese pobre señor que quedo despedido con tal fuerza que enseguida lo perdí de vista, pero no solo el, parecía que todo lo que había en ese centro comercial estuviese volando a mi alrededor, mire hacía abajo y vi a Evelin que lloraba en mi costado, asique la abracé y la protegí con mi propio cuerpo justo antes de que un enorme trozo del techo cayese encima mia y me dejase inconciente.

Al despertarme de entre escombros y cristales de lo primero que me di cuenta era del silencio que reinaba en ese lugar, era como si el tiempo se hubiese parado, mire a Evelin que estaba dormida al lado mia y la cojí entre mis brazos para salir de aqui, pero al levantarme perdí el equilibrio y volví a caer, me di cuanta de que mi pierna sangraba y seguramente estaba rota, tambien vi que mi piel sufría terribles quemaduras.
Cuando intenté de nuevo ponerme en pie me fijé en Evelin para asegurarme de que no tenía heridas graves, por mi alivio solo unas quemaduras y unos rasguños, asique la volví a coger y salí cojeando al exterior.

Al salir no pude creer lo que estaba pasando...una nube de la altura de un rascacielos en forma de champiñón se alzaba por ensima de Plasley y no dejaba ver el sol, a los alrededores no pude ver mas que ruinas y fuego, no pude evitar llorar ante aquel panorama.
Pero lo primero que me pasó por la cabeza en ese instante fue

--¡Aida!--.