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Fue un día raro, no pasaban tiempo juntos a menudo porque ambos tenían trabajos exigentes, pero tanto Stephen como Alex están libres hoy.
Alex se despertó primero, lo cual no es inusual cuando Stephen está desconectado, a Alex le gusta mirar a un Stephen dormido, este Stephen no tiene líneas de preocupación, no estaba pensando en nada, se veía tranquilo.
"¿Qué estás mirando?" Stephen grazna sorprendiendo a Alex que estaba a punto de pasar los dedos por el cabello de Stephen.
"A ti, te veías cómodo". Alex comienza a frotar un lado de la cara de Stephen, quien cierra los ojos.
"Por supuesto que lo estoy, tengo el mejor novio". Stephen rueda sobre Alex poniendo su cabeza sobre el hombro de Alex.
"No me beses, tienes aliento matutino", dice Alex juguetonamente apartando la cabeza de Stephen cuando intenta besarlo.
"No, quiero mi beso", se queja Stephen cuando una sonrisa se dibuja en su rostro.
Alex sabe exactamente lo que está pasando por la mente de Stephen en este momento.
"¡No lo hagas, Stephen!" Alex se quita a Stephen de encima y salta de la cama.
"Mejor corre." Stephen se ríe cuando Alex corre tratando de alejarse de él.
Alex corre hacia la cocina y accidentalmente queda atrapado.
"No hay a dónde correr ahora". Stephen se ríe.
"Tienes que cepillarte los dientes", murmura Alex abrazando a Stephen.
"Quiero un beso primero". Stephen hace un chillido cuando levanta a Alex y lo sienta encima del mostrador.
Stephen se interpone entre las piernas de Alex e inclina suavemente su cabeza hacia abajo.
"Te amo." Stephen sonríe inclinándose hacia Alex.
"Yo también te amo", murmura Alex contra los labios de Stephen, el aliento de la mañana era lo último en lo que Alex estaba pensando en este momento mientras se inclinaba y besaba a Stephen en los labios.
Por eso Alex amaba los días libres, y nadie tenía que apresurarse a dejar de besarse porque tenían que ir a trabajar, sabían que nadie en el trabajo los necesitaría a menos que fuera una emergencia.
"Basta de besos, ve a cepillarte los dientes". Alex empuja suavemente a Stephen a medias.
"También tienes que cepillarte los dientes, ¿por qué no lo hacemos juntos?" Stephen sonríe y lleva a Alex al baño.
"¿Qué hacemos para el almuerzo?" Stephen pregunta usando sus calcetines para deslizarse en la cocina haciendo reír a Alex.
"¡Ñoquis!" Alex agarra las papas mientras Stephen llena una olla con agua.
"¿Cómo va la cocina, ama de casa?" A Stephen le gustaba bromear porque Stephen odiaba cocinar.
"Llámame así de nuevo y no tendrás sexo hasta el día de San Valentín". Alex apunta el cuchillo hacia Stephen antes de continuar cortando, ambos sabían que era una amenaza vacía, especialmente la parte sexual, pero todo fue muy divertido y quién sabe, tal vez Alex realmente haga la amenaza.
"Lo siento". Stephen se acerca a la olla hirviendo y comienza a poner los ñoquis formados.
"No te olvides de esperar-" Alex es interrumpido por un exasperado Stephen.
"30 segundos, lo sé". Stephen resopla poniendo los ñoquis en los tazones antes de poner la salsa encima.
"Sabelotodo, crees que eres tan inteligente porque tienes un doctorado en medicina" Alex golpea el trasero de Stephen y le quita el tazón antes de caminar hacia el sofá.
"¿De qué estás hablando? Tú también tienes un doctorado". Stephen se sienta en el sofá junto a Alex.
"Sin embargo, no tengo uno médico", murmura Alex con la boca llena de comida.
Después de que terminaron de almorzar, Alex se acostó entre las piernas extendidas de Stephen.
"Te amo", murmura Alex desde su lugar recostado sobre el pecho de Stephen, con la oreja justo sobre su corazón.
"Yo también te amo."
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