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Alex estaba emocionado, mañana era el día que le pediría a Stephen que se casara con él, apenas le prestó atención a su paciente, estaba tan emocionado, Veronica se dio cuenta, por supuesto, pero solo miró a Alex con una sonrisa, sabiendo por qué Alex estaba emocionado.
Ahora que Alex estaba en casa, llamó al restaurante Press Lounge para asegurarse de que su reserva aún estaba intacta, Alex está paseando por la casa con nervios.
Finalmente, sintiendo que no se va a desmayar, decide relajarse, iba a tomar una siesta, sabiendo que Stephen no llegaría a casa por un tiempo, no tenía que preparar la cena.
Alex se quitó los zapatos y agarró ropa cómoda, decidiendo ponerse la sudadera universitaria que Stephen le dio, Alex se la pasó por la cabeza, suspirando aliviado, se puso unos pantalones de chándal y se metió debajo de las sábanas.
Teléfono sobre la mesa sonó. Alex se deslizó en las sábanas cálidas y en el país de los sueños.
"Dr. Green" Un hombre en bata le pregunta a Alex.
"Sí, ¿el cirujano Dr. Strange?" Alex sonríe y extiende su mano, y Stephen se la estrecha.
"Gracias por venir, las circunstancias que rodearon su lesión fueron diferentes, dijo que se cayó, pero mi compañero notó algunas marcas, así que pensé en hacer una evaluación". Stephen lleva a Alex a la habitación.
"Hiciste lo correcto, hablaré con ella y te lo haré saber". Alex sonríe y asiente con la cabeza a Stephen.
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Después de su primer encuentro, comenzaron a verse a menudo y se hicieron muy buenos amigos.
Esta noche, ambos fueron invitados a hablar en una conferencia y aceptaron sabiendo que volver a verse sería agradable.
"Gracias por hablar hoy, Dr. Green". La persona que arregló todo esto le da la mano a Alex.
"¿Puedo robar al Dr. Green por un momento? Tengo a alguien a quien quiero que conozca". Alguien le roba a Alex al organizador y comienza a caminar, Alex lo ve antes de que lo presenten.
"Dr. Green, este es el Dr. Strange". La persona que robó a Alex dice señalando a cada uno de ellos.
"Hola Dr. Green, es un gusto en conocerlo". Stephen tiene una mirada burlona en sus ojos que hace que Alex sonría.
Alex se mueve y su sueño cambia a su primera cita.
"Gracias por invitarme a una cita". Alex tiene una sonrisa burlona en su rostro mientras choca los vasos con Stephen.
"Gracias por finalmente aceptar mi oferta". Stephen bromea de vuelta bebiendo un poco de vino.
"¿Christine sabe dónde estás?" Alex corta un trozo de bistec que Stephen ordenó para él.
"Sí, ¿Veronica sabe dónde estás?" Alex se echa a reír haciendo reír a Stephen con él.
"En serio, gracias por invitarme a salir".
"Me gustas mucho, así que gracias por aceptar". Stephen le devuelve el favor haciendo que se sonroje.
"Déjame pagar." Alex hace un puchero cuando Stephen le devuelve su tarjeta al mesero, quien solo les sonríe a los dos y va a pagar.
Salieron y sonrieron, estaba nevando, lo cual no era inusual en Nueva York en febrero, hizo que este momento fuera especial.
"¿Puedo besarte?" Stephen pregunta, asintiendo con la cabeza. Alex se acerca a Stephen, sintiendo el aliento de Stephen en su rostro, se inclina y besa a Stephen.
"¿Serías mi novio?" Alex pregunta sin aliento una vez que dan un paso atrás.
"Me encantaría."
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"Despierta cariño". Alex escucha, se frota los ojos para quitarse el sueño y los abre, Stephen estaba parado cerca de él sin su bata.
"¿Cuánto tiempo has estado en casa?" Alex grazna con voz llena de sueño.
"No mucho, me duché y me puse un pijama. Feliz aniversario, bebé". Stephen besa a Alex en la nariz, frunciendo el ceño. Alex mira hacia el reloj que marcaba la medianoche, sonriendo, le devuelve un rápido beso a Stephen.
"Te amo ahora igual que hace 6 años". Alex se sienta un poco y permite que Stephen se acueste a su lado.
"Sabía que te amaba cuando entraste al hospital por primera vez". Alex se rió de la declaración de Stephen, lo que hizo que lo mirara de manera ofensiva.
"Te amo, pero al principio no te caía bien, pero estoy bien con eso porque aquí estamos ahora", murmura Alex.
"Está bien, pero lo logramos, eres mi mitad". Stephen vuelve a besar a Alex antes de suspirar y acostarse dejando que Alex se acueste encima de él.
"Buenas noches, Alex", murmura Stephen.
Todo estaba grabado en piedra.
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