★08•

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•En la mañana•

“Tecleaba en su laptop, tratando de poder enfocar su mente en lo que estaba haciendo, pero se le hacía dificil, ¿Debía preocuparse por estar todo el tiempo pensando en el castaño?
Antes, su mente se enfocaba en miles de cosas a la vez, pero ahora, no podía pensar en nada más que no fueran los ojos de Rodrigo.

Suspiró frustrado, cubriendo su rostro con sus manos, cerró fuertemente la laptop y tomó su teléfono, yendo a los contactos y abrir el chat que tenía con él

Pensó unos segundos antes de escribir cualquier cosa, observó su foto de perfil, la cuál era una foto de lo que supuso era Barry, su gatito, observando a la camara y a su lado estaba Rodrigo con una hermosa sonrisa.

Sintió su corazón acelerarse por la ternura que le generó eso e inconcientemente una sonrisa se formó en sus labios, estaba apunto de apretar el botón para iniciar una llamada, pero su lado racional lo detuvo, preguntándole por qué razón iba a hacerlo.

¿Porque iba a llamarlo?, No tenía nada importante que decirle

¿Porque quería volver a verlo? siendo que se habían visto hace apenas una hora

¿Porque quería estar al pendiente de él?

¿Porqué de la nada?, llevando una racha de ocho años sin enamorarse de absolutamente nadie, de no depender de nadie, de estar solo todas las noches y enfocándose simplemente en su hija, ¿Porque de la nada se sentía así?.

Eso era lo que más le irritaba, sabía lo que era estar pendiente a alguien, de querer a alguien más que no sea solo a su hija, sabía lo que implicaba eso...

¿Estaba dispuesto a volver a vivirlo?, No quería que todo terminara como la primera vez, aunque.. lo de Camila fue amor?, No lo sabía, había pasado tanto desde ese entonces.

Y como si hubiera estado planeado, la voz de Camila lo sacó de sus pensamientos, ella traía una bolsa de papel, llena de comida y mercancía del super

—Hola ivi— saludó, el nombrado observó la bolsa y se acercó, chequeando lo que contenía— me tome la molestia de ir al super por ti, ya que vi que no tenías casi nada en la cocina, no entiendo cómo es que puedes estar así—

—no me gusta cocinar— confesó teniendo una lata de alguna cosa en sus manos

—si lo sé, pero sabes que a Amari le gustan los paquetes, deberías de aprender a prepararlos—

—se eso mejor que nadie, pero a Amari le gustan los de la cafetería— dijo observando a la castaña— además, que no me guste cocinar no significa que no sepa, llevo mucho tiempo viviendo solo—

La mujer se colocó a su lado, tomando la lata que traía en sus manos

—no lo dudo, siempre fuiste alguien independiente, nunca necesitaste ayuda de nadie, y eso es lo que me gustaba—

Rodó los ojos alejándose de ella, sabía lo que estaba intentando y eso no le gustaba, volvió a su laptop y la movió hasta la mesa del comedor

—te llevas bien con su maestro,no?.. incluso mejor de lo que creí — habló llevándose la atención del pelinegro, quién la observó extrañado desde su lugar— digo, ivi, no soy estúpida, sé que él estuvo aquí anoche—

—y te importa?—

—claro que me importa, acaso no tienes respeto hacia tu hija?—

Sobre Ruedas •••★ Rodrivan AuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora