En Flourish y Blotts

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Narradora POV

En ese momento se oyó la puerta principal de la casa.

— ¡Ya ha llegado! — dijo George — ¡Papá está en casa! —

Todos corrieron a su encuentro.

El señor Weasley estaba sentado en una silla de la cocina. Era un hombre delgado, su cabello era tan rojo como el de sus hijos.

— ¡Que noche! — farfullo, tomando la tetera mientas los muchachos se sentaban a su lado — Nueve redadas. ¡Nueve! Y el viejo Mundungus Fletcher intentó hacerme un maleficio cuando le di la espalda —

Arthur tomo un largo sorbo de té.

— ¿Encontraste algo, papá? — pregunto Fred con interés —

— Solo unas llaves que merman y una tetera que muerde — respondió Arthur — Han ocurrido, sin embargo, algunas cosas bastantes feas que no afectan a mi departamento. A Mortlake lo sacaron para interrogarle sobre unos hurones raros, pero eso incumbe al comité de Encantamientos Experimentales, Gracias a Dios —

— ¿Para que sirve que unas llaves se encojan? — pregunto George —

— Para atormentar a los Muggles — suspiro el señor Weasley — Se les vende una llave que merma hasta hacerse diminuta para que no la puedan encontrar nunca cuando la necesitan... Naturalmente, es muy difícil de dar con el culpable porque ningún Muggle quiere admitir que sus llaves merman; siempre insisten en que las han perdido. ¡Jesús! No sé de lo que serían capaces para negar la existencia de la magia, aunque la tuvieran delante de los ojos... Pero no creerán las cosas que a nuestra gente le ha dado por encantar —

— ¿COMO COCHES, POR EJEMPLO? —

La señora Weasley había aparecido blandiendo un atizador como si fuera una espada.

Arthur abrió los ojos de golpe y dirigió a su mujer una mirada de culpabilidad.

— ¿Co-coches, Molly, Cielo? —

— Sí, Arthur, coches — dijo la señora Weasley — imagínate que un mago se compra un viejo coche oxidado y le dice a su mujer que quiere llevárselo para ver cómo funciona, cuando en realidad lo está encantado para que vuele —

— Bueno, querida, creo que estarás de acuerdo conmigo en que no he hecho nada contra la ley, aunque quiza  debería haberle dicho la verdad a su mujer... Verás, existe una laguna jurídica... Siempre y cuando él no utilice el coche para volar... —

— ¡Señor Weasley! ¡Ya se encargó personalmente de que existiera una laguna jurídica cuando usted redacto esa ley! — grito la señora Weasley —

Alya POV

Observabamos a los papás de ron discutir.

— ... ¡Y, para que lo sepas, Harry ha llegado está mañana en ese coche en el que tú no volaste! —

— ¿Harry? — dijo el señor Weasley mirando a su esposa sin comprender — ¿Qué Harry? —

Se dió la vuelta, vio a Harry y se sobresaltó.

— ¡Dios mío! ¿Es Harry Potter? Encantado de conocerte. Ron nos ha hablado mucho de ti —

¿Destinados? (Harry Potter y tú) // 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora