La escritura en la pared. // 1/2

72 14 0
                                    

Llegó octubre y un frío húmedo se extendió por los campos, entrando en el castillo.

La señora Pomfrey, estaba atareadisima debido a una repentina epidemia de catarro entre profesores y alumnos.

Su poción pimentonica tenía efectos instantáneos, aunque dejaba al que la tomaba hechando humo por las orejas durante varias horas.

Cómo mi hermano, Einar, tenía un mal aspecto, Ossian me insistió en que debía tomarla, hasta que esté accedió a esto.

Gotas de lluvia del tamaño de balas repicaron contra las ventanas del castillo durante días y días; el nivel del lago subió, los Arriates de flores se transformaron en arroyos de agua sucia y las calabazas de Hagrid adquirieron el tamaño de cobertizos.

Sin embargo, el entusiasmo de Wood no se enfrió, y por ese motivo Harry y yo a última hora de una tormentosa tarde de sábado, cuando faltaban pocos días para Halloween, nos encontrábamos volviendo a la torre de Gryffindor con la túnica llena de barro.

Esa sesión de entrenamiento no había Sido agradable.

Los gemelos habían espiado a los Slytherin, habían comprobado la velocidad de las nuevas Nimbus 2.001.

Dijeron que lo único que podían describir del juego del equipo de Slytherin era que los jugadores cruzaban el aire como centellas.

Al doblar la esquina nos encontramos con Nick casi decapitado, el fantasma de la torre de Gryffindor.

Este miraba por la ventana, parecía igual de preocupado que nosotros

- Hola, Nick - dijo Harry -

- Hola, Hola - respondió, dando un respingo y mirando alrededor -

Llevaba un sombrero de plumas muy elegantes sobre su largo pelo ondulado, y una túnica con gorguera, que disimulaba el hecho de que su cuello estaba casi completamente separado.

Tenía la piel como el humo, y a través de él podíamos ver el cielo oscuro.

- Parecen preocupados, jóvenes - dijo Nick, doblando una carta transparente mientras hablaba -

- Igual que usted - dijo Harry -

- ¡Bah! - Nick casi decapitado hizo un elegante gesto con la mano - es un asunto sin importancia... No es que realmente tuviera interés en pertenecer... Aunque lo solicitará, pero por lo visto "no cumplo con las características" - a pesar de su tono displicente, tenía amargura en el rostro - Pero cualquiera pensaría.. - estalló de repente, volviendo a sacar la carta del bolsillo - que cuarenta y cinco hachazos en el cuello dados con un hacha mal afilada serían suficientes para permitirle a uno pertenecen al Club de Cazadores sin Cabeza -

- Desde luego - respondimos, ya que el esperaba que le diéramos la razón -

- Por supuesto, nadie tenía más interés que Yo en que todo resultase limpio y rápido, y habría preferido que mi cabeza se hubiera desprendido adecuadamente, quiero decir que eso me habría ahorrado mucho dolor y ridículo. Sin embargo... - abrió la carta y leyó indignado -

Solo nos es posible admitir cazadores cuya cabeza este separada del correspondiente cuerpo. Comprenderá que, en caso contrario, a los miembros del Club les resultaría imposible participar en actividades tales como los Juegos malabares de cabeza sobre el caballo o el Cabeza Polo. Lamentandolo profundamente, por tanto, es mi deber informarle de que usted no cumple con más características requeridas para pertenecer al club. Con mis mejores deseos,

¿Destinados? (Harry Potter y tú) // 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora