Capítulo 3

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Fiolina Germi

Mamá no salió de su habitación en toda la mañana y había más movimiento en la casa que de costumbre, incluso oí a mi padre hablando por teléfono, "ella estará allá a las dos en punto", mencionó y no pude evitar fruncir el ceño incluso cuando él me miró fugazmente, creo que se le está dando demasiada importancia a esta situación, el lugar al que iré es de sumo interés por lo que veo y eso es preocupante

Ya pasa de medio día y mi padre no ha salido de su oficina, estoy realmente tentada a preguntar sobre el tema, ¿pero a quien?

Mi vista repasa las maletas hechas sobre mi cama, creo que ya son suficientes, me detengo unos segundos pensando en que tanto debería llevarme, papá dijo "tus cosas", ¿que tanto de mi habitación entra en "mis cosas"?, unos toques en la puerta me obligan a mirar hacia ella, torciendo los labios y ladeando la cabeza, nadie llama a mi puerta, no desde que Lu se fue de casa al menos

— ¿Si? — cuestiono mientras que me acerco a la puerta con un dedo en la comisura de mis labios

— Señorita Fiolina, soy Andrew, ¿puedo pasar? — cuestiona el sujeto que he visto durante años andado con mi padre en sus asuntos, Andrew en especifico, de todo el montón de hombres que suelen frecuentar nuestra casa, es el que mas me agrada pues no me inspira agresividad, con él, no hay necesidad de bajar la cabeza o evadir la mirada y en cada uno de nuestros encuentros, se esmera en sonreír apacible, pero, aun con todo esto, es realmente extraño que él venga a mi habitación pues mis conversaciones con Andrew son casi inexistentes

Me quedo unos segundos pensando, ¿por que vendría a mi habitación?, ¿para que?, mi padre cuida con recelo la cercanía que el resto tiene hacia nosotras, tiene una moral muy retorcida desde mi perspectiva, impide que el resto se acerque, pero nos vende como ganado al mejor postor

— Su padre me ha enviado — agrega y camino hacia la puerta, pongo la mano sobre la perilla y me quedo ahí, en espera de escuchar algo mas, no es que desconfíe de él, es mas confusión de mi parte, esto no suele pasar

Pasan unos segundo y el sujeto ya no dice nada mas, solo lo escucho respirar pesado, supongo que puedo abrir sin problemas, papá está en casa de cualquier forma

Abro la puerta y asomo mi rostro por el umbral, el hombre maduro me mira desde arriba con una sonrisa, no tan sincera esta vez, es más como un gesto impaciente, incluso podría decirse que se ve algo forzado ese intento de sonrisa mal expresada, me dedica un asentamiento de cabeza, tan lento y agraciado, que termino imitando su acto con mis ojos fijos en los suyos

— ¿Puedo pasar? — cuestiona y miro de reojo al pasillo, — su padre me ha enviado por sus maletas, incluso la espera en su oficina — agrega y mis cejas se alzan ligeramente, fijo mi vista en todo el lugar, abro la puerta casi por completo y me hago a un lado para invitarlo a pasar con un movimiento de cabeza

Andrew pasa a mi lado y entrecierro la puerta a mi espalda, llamando la atención del hombre, me observa con una ceja alzada y algo de confusión se muestra en sus ojos, no lo culpo, siempre trato de pasar desapercibida ante el resto

— ¿Usted... — suelto pero decido moderar aun mas mi volumen al hablar, — ¿usted sabe a donde iré? — apenas cuestiono, el sujeto baja la ceja que había alzado con lentitud, ya no esta mas esa expresión amable y pacifica en su rostro, supongo que no debí preguntar eso

Andrew se acerca a mi, tanto que mi cuerpo titubea un poco y retrocedo incómoda ante su persona, jamás se había propinado tanto de esta forma

— Vaya a la oficina de su padre — suelta tranquilamente y frunzo el ceño ante ese tono de voz tan extraño, es como si no fuera el Andrew que conozco de toda la vida

Mía (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora