Fiolina Germi
— Fio, fue suficiente — mamá intenta detenernos, incluso siento que sus brazos han comenzado a entrometerse entre nosotras
— ¿Por que lo haces Lu?, sabes que no soy una idiota, ¡dime qué sucede ahora! — exclamo aún sin importarme los intentos de nuestra madre por apartarnos, mi agarre sigue fijo en sus brazos y ella solo intenta alejarse de mala gana
— ¡Fiolina, suelta a tu hermana ya! — mamá continúa y por fin logran quitarme de encima suyo, pues Lucrecia presiona mis manos y nuestra madre tira de mi cintura hacia atrás, cuando nos separamos, mi madre se planta entre las dos y concentra su fuerza en mí para retenerme en mi lugar
— Deja de meterte en mis asuntos — escucho a mi gemela desde el otro lado de la habitación, su semblante no es el mismo que hace rato, ahora parece temblar más de lo normal, sus ojos se han puesto llorosos y por alguna extraña razón, siento el presentimiento de que ella está por romperse, esa inusual postura de molestia comienza a desmoronarse, ¿que mierda está ocultándome?
— Te conozco, James no te interesa en absoluto, incluso lo odiabas, ¿por que ahora te casarás con él? — cuestionó y mamá niega con la cabeza
— Eso fue todo Fiolina, te irás a casa — suelta mi madre, empujándome hacia la puerta en la habitación, nuestros tacones suenan sobre el piso de madera y logro zafarme de su agarre para aproximarme hacia mi hermana, — ¡Fio, basta! — mamá exclama y abrazo a Lu con los ojos inundados en lágrimas, me aferro a su tembloroso cuerpo y cierro los ojos
— Vámonos, vamos a casa hermana, no tienes que hacer esto — suelto con la voz temblorosa y de nuevo, siento las manos de mamá sobre mi
— Hija, cariño, tú padre va a molestarse mucho, tienes que soltar a tu hermana ya — la voz preocupada de mamá hace eco en mi cabeza, ella tiene razón, pero no dejaré a Lu sola en todo esto
— Está bien mamá, esto ha llegado muy lejos — suelta Lu y trata de alejarme un poco hasta que un quejido de molestia se presenta al no poderme quitar de encima, incluso he arruinado su vestido de novia con mi maquillaje, — no puedo explicarte nada si te aferras como una jodida garrapata a mi, aléjate un poco y te dire lo que quieras, pero ya Fio, papá no tardará en venir aquí — la escucho sollozar, mis ojos se abren sorpresivamente, me separo un poco de ella y la veo con los ojos rebosados en lágrimas, su rostro está lleno de ellas, su mirada me dice que está realmente asustada
— No quiero hacer esto, pero no hay marcha atrás — suelta y ahora es ella quien se sostiene de mis brazos, se aferra a mi, es como si suplicara ayuda, los sollozos de mi hermana se vuelven llantos desgarradores, puedo sentir el miedo que recorre su piel, está aterrada
— Aún podemos hacer algo, yo, yo te sacaré de aquí — suelto e intento tirar de ella, pero insiste en no moverse de su sitio
— Te lo diré sólo una vez, sólo una Fío... — responde al pasar sus dedos temblorosos por su rostro, — ese cerdo no te tocará ni un cabello en la vida, lo prometo — agrega y mis ojos se abren de sorpresa y pánico, a caso, ella, ella...
— Lu, tú, tú tomaste mi lugar en esto, ¿no? — cuestiono con más terror que antes, ella evade la mirada y su cuerpo se sacude por el llanto, — ¡Lu! — exclamo y la puerta se abre a nuestras espaldas
— Cariño, ella solo... — mamá intenta hablar y un fuerte golpe me hace mirar hacia atrás, doy unos pasos hacia Lu, pegándome más a su cuerpo del miedo por solo mirar, a mi madre en el suelo con el labio partido y a mi padre caminando hacia nosotras
— Padre, estoy lista, yo saldré ahora, pero... — suelta Lu mientras que intenta pasarme por detrás de su cuerpo, pero mi padre la empuja, me toma del brazo derecho y tira de mí con violencia, mis pies no pueden seguirle el paso y termino tropezándome con mis propios pies, ahora me arrastra por el pasillo, pasamos de un par de puertas y me arroja al interior de una, para después cerrar bruscamente
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Mía (+18)
Teen FictionCuando tú destino no es tu elección, cuando te vuelves la obsesión del enemigo