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Kuzco salió de la oficina de Pacha pensando en Thor, si cerraba los ojos era como si estuviera de vuelta en la habitación con Thor. Dejó escapar un suspiro entrecortado, ya que se detuvo de repente antes de darse la vuelta para mirar a Topo, que lo seguía para protegerse. "Voy a la biblioteca a recoger algunos libros de curación. Puedes seguirme si lo deseas, pero no mantendré un ritmo lento, así que debes mantener el ritmo si deseas seguirme". Kuzco no le dio a Topo la oportunidad de responder, en cambio, se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia la puerta del palacio.
Escuchó el sonido de las botas de los caballeros golpeando el suelo y supo que Topo lo estaba siguiendo, tenía una leve sonrisa en su rostro. Rápidamente evitó chocar con el personal y los otros guardias que caminaban por el palacio. Kuzco se cruzó de brazos mientras caminaba dejando que el sonido de sus pies bajo los adoquines lo enviara en piloto automático.
La sonrisa creció en su rostro cuando su mano tocó la puerta de la biblioteca, empujó y entró. No tuvo que mirar hacia atrás para saber que Topo se detuvo afuera vigilando la puerta en lugar de cernirse sobre él. "¡Oh! Sanadora Ocllo, qué agradable sorpresa". Kuzco vio a las ancianas revisando los libros en la sección de medicina.
"¡Kuzco querido! No te he visto en el templo por un tiempo, pensé que aprendiste todo lo que pudiste de mí". Los ojos de Ocllo brillaban con picardía, era una de las pocas personas que trataba a Kuzco como una persona normal y no como si fuera el Emperador de todo un planeta.
"Sabes más de lo que podría aprender, en realidad estoy aquí para tomar algunos libros para estudiar".
Los ojos de Ocllo brillaron de nuevo, su frágil mano agarró el brazo de Kuzco y lo arrastró a unas pocas secciones de donde estaban parados antes. "Este, y este". Ocllo tomó dos libros diferentes del estante y se los entregó a Kuzco, quien casi los deja caer bajo su peso.
"Gracias, Ocllo". Kuzco le dio a la sanadora un beso de despedida en la mejilla antes de darse la vuelta y cruzar la puerta, su cuerpo apartando la tela. "¿A dónde vamos emperador?" Topo pregunta cuándo Kuzco salió alejándose de la puerta.
Kuzco tarareaba mientras lo pensaba, podía volver a su habitación o podía ir a los jardines donde se sentía casi como en casa. "Vamos a los jardines, ¿de acuerdo?" Kuzco vio que Topo asentía a medias, por lo que pensó que era suficiente permiso para tomar el camino a los jardines.
Se humedeció los labios mientras caminaba hacia los jardines, podía ver la entrada a lo lejos lo que trajo una sonrisa a su rostro. "Emperador." Kuzco escuchó repetir mientras caminaba seguido de reverencias, Kuzco les sonrió tensamente pero no los reconoció más, estaba molesto por lo que vio. Su gente dormía fuera de las casas porque no podían permitirse el lujo de comprarlas y él sabe que eso fue todo lo que hicieron los Ancianos. Y es un recordatorio de por qué va a ser emperador, para derrotar a los Ancianos.
Antes de que Kuzco se diera cuenta, llegó a los Jardines, caminó más antes de detenerse en una pequeña fuente, suspiró cuando se dio cuenta de que Topo lo había seguido a los Jardines. "¿En serio?" Kuzco miró a Topo, quien se encogió de hombros al ver que Kuzco colocaba los libros en un banco y tomaba asiento junto a ellos.
"Solo estoy siguiendo órdenes Emperador". Kuzco resistió el impulso de devolverle el mordisco, sabía que Topo solo estaba siguiendo órdenes, pero eso no lo hacía más fácil.
Dejó escapar un suspiro mientras tomaba uno de los libros y lo colocaba sobre su regazo, abriéndolo por la primera página. Pasó los dedos por la página, estaba toda arrugada por los años de haber sido leída. Estaba leyendo en silencio cuando una tos lo interrumpió, con el ceño fruncido levantó la vista para ver a la anciana Yzma de pie frente a él. Kuzco dejó escapar un pequeño suspiro y cerró su libro dejándolo a un lado antes de mirar al Anciano que le sonreía. "Élder Yzma, qué agradable sorpresa". Kuzco sabía que rezumaba falsa felicidad, pero no se atrevía a importarle.
"Apuesto a que lo es, solo venía a ver si conoces la cláusula que le dijimos al Emperador Pacha que tiene que suceder antes de tu coronación como Emperador". Instantáneamente, Kuzco se puso rígido ante sus palabras, pero logró asentir rígidamente.
"Lo hizo, y he estado de acuerdo". Kuzco era consciente de que no tenía más remedio que estar de acuerdo, pero al ver la mirada en el rostro de Yzma, valió la pena.
"Bueno, como dice en la cláusula, puedes elegir la pareja, por supuesto, ya que este será un matrimonio que durará el resto de tu vida. Sin embargo, espero que elijas uno que pueda llevar herederos". La anciana Yzma respondió con una inclinación de la barbilla. Kuzco sintió crecer la ira en él, se puso de pie rápidamente para encarar al Anciano. "La pareja que elija se basará en mis sentimientos. No en lo que hay en su ropa interior". Kuzco se cruzó de brazos mientras miraba al Anciano, quien solo se burló y se dio la vuelta para salir de los jardines, dejando a Kuzco solo con sus libros una vez más.
