ᵁⁿᵒ

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Ya no faltaba mucho para que comenzará la primavera, aquella temporada colorida y llena de festejos por la juventud.

También se incluye el momento de los cortejos. La aceptación de dichos sujetos. Sus carnadas listas en entrega hacia sus personas elegidas.

Los Alfas más jóvenes preparaban sus canastas, haciendo hasta lo mejor que pueden en dejar un hermoso presente a sus elegidos portadores de cachorritos, y con quienes pasaran la vida completa a disposición de ellos.

Y es allí en el momento que se veía a un castaño,  alegrando sus ojos por lo prolijo que pudo realizar aquella excelente propuesta de cortejo. Algo desaliñado por un costado pero valía la pena para ese día.

Al momento de quererlo agarrar, alguien más lo tomó.

—¿Esta porquería piensas darme? —el asco en el rostro de aquella Omega hizo a su lobo bajar las orejas. Su inmadurez no haciéndole de ayuda para hacerse a dar en conocer su verdadera reacción.

—L-lo hice para tí...—el tartamudeo decaído hizo sentir pena a la contraria, pero era eso o pasar una gran vergüenza que ni para presumir dicha canasta a sus amigas.

—Uh...es...lindo, sí. —el disgusto en su expresar daba a aclarar la mentira reciente.— Pero soy tu futura Omega, Taehyung. Eres el hijo del líder, no podrías darme...uhm...nose, ¿un auto? ¿Joyas? Dios, no sabes mis gustos. —hace un puchero profundo, haciendo su aroma ácida y amarga.

Aquel gesto alterando un poco a Taehyung por haber hecho sentir insuficiente a su "Omega".

—¡Perdón! Te comprare lo que quieras pero no te sientas mal, porfavor. —junta sus dos manos, tragando grueso por el rostro inexpresiva de la contraria.

Sin embargo, surgió una gran sonrisa.

—¡Gracias, Alfa! Me hace falta un vehículo nuevo, allá en mi universidad hay un Omega feo que está presumiendo su carro de último modelo. —pucherea, enrollando sus delgados brazos alrededor del cuello del acanelado.

Taehyung sostiene su cintura con sus dos manos para sostenerla por la inclinación afectiva.

—Claro, sí. Yo te lo compro, Haerin.

~•~

Los jadeos de sorpresa se dieron a escuchar.

Aquel vehículo de rojo, tan lujoso. Tan hermoso. Y de allí bajaba una hermosa Omega. La más codiciada, pero no tanto como un Omega de piel porcelana.

—¡Wow, que hermoso auto! —Exclama una castaña con su típico peinado en una coleta larga y su flequillo. Sus labios pigmentados en un rojo bermellón hacían de espectáculo una sonrisa hermosa. Deslumbrante.

—Gracias, Lisa. Me lo regalo mi Alfa. —presume con orgullo, alzando su mentón con superioridad. Viendo los anonados rostros de los demás.

—Que excelente Alfa, el mío me dio un horrible ramo de flores. —exclama otra chica, su pelo lacio y azabache. —Lo mande al diablo.

—Que lastima por tí, Jennie Bu. Capaz y mi Tae tenga algunos amigos para presentartelos. —sonríe de lado, en su gesto inocente se ocultaba la burla de las otras.

—No necesito tu lastima, tonta. Puedo conseguirme yo sola a alguien mejor que tú. —exclama con rapidez, olfateando su alrededor cuando capto cierto aroma que dos de las tres detestaban.

A un costado, no tan lejos, bajaba un hermoso pelimorado. Su sonrisa tierna, y su cuerpo sexy llena de lindas curvas destacables, hicieron un caos de feromonas alteradas.

J.K De Juega El Karma ㅡᵀᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora