ᶜᵘᵃᵗʳᵒ ⁺¹⁸

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Advertencia: éste capítulo contiene violencia, y contenido morboso. Ten consciencia que lo digo aquí para que sepan que esta vez sí me pasé un poquito ;).

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Habían pasado ya cuatros días de lo sucedido, aquella noche carcomia en la cabeza de Taehyung, quien seguía sintiendo a su Alfa gruñir. Y él pretendía negarlo, no quería. Suficiente con Haerin.

—Hijo, ya debes bajar a cenar. —la voz de la Omega se oyó, mirando a su cachorro perturbado con su mirada atenta en la nada. Suspirando se resigna en acercarse para hacer sostener su cabeza y apoyarlo sobre su pecho. —¿Qué te sucede, cachorro? —inquiere dejando caricias sobre la cabellera castaña.

—Nada mamá, solo pienso sobre la temporada de primavera. —Responde sin alargar demás. Una corta e indescifrable respuesta.

—Tae-...

—Basta mamá, ya es asunto mío. —réplica alejándose, se levanta y va hasta el baño propio que tiene en su habitación. —Ya bajaré, me doy un baño y salgo.

La mayor no hizo más que pasar sus manos sobre su vestido, quitando las arrugas inexistentes mientras resignada decide retirarse. No iba a insistir, es la privacidad de su hijo.

~•~

—Jungkook, ¿seguro que estás bien? —preguntó el rubio, mirando al Omega estornudar por el resfriado que se agarró.

Sabía que debieron haberse puesto camperas cuando llovió, pero la terquedad del peli morado es inevitable. Que según había que apreciar a la lluvia, y saltar en charcos.

—Sí... estoy perfect- ¡achu! —estornuda sin evitarlo, soltando un quejido de inconformidad, igualmente caminaba con seguridad en los pasillos de su instituto. Ignorando los leves murmullos ante su rostro demacrado y enfermo.

—Debiste quedarte en casa, kookie. —hace una mueca al decir aquello, viendo que al frente se estaba cercando Haerin con su pequeño grupo. —Ahí vienen, vamos al salón-

—Vaya, vaya. El perfecto y encantador Jeon Jungkook está enfermo, ¡ay pobrecito! —exclama al final con un puchero de empatia, riéndose cuando solo recibió una mirada molesta. —¿Qué pasó, obeso? ¿Acaso tu viejito te contagio y ahora también te vas a morir? Al menos le harías un favor al mundo. —masculla apoyando todo su peso sobre una pierna con su cadera inclinada al mismo costado, teniendo sus brazos cruzados.

Jungkook no tenía ánimos, ni la gran gana de poder responder estupideces de esa hueca, así que simplemente se la quedó mirando sin decir nada para poner los ojos en blanco e intentar irse a un costado de todas ellas.

Intenta porque al final la Omega lo agarra del brazo con brusquedad.

—No creas que no me enteré que te metiste con mi Alfa, gordo. —susurra con cólera, mirando de reojo al menor mientras seguía con su sonrisa divertida aunque tensa.

El contrario la miro unos segundos hasta que no pudo evitar soltar una carcajada que llamó la atención de varios. Aquel pasillo se hizo silencioso.

—Linda y estúpida Haerin, no hay duda de que seas una hipócrita. —relame sus labios, dandose la vuelta para encarar a la chica que hizo el mismo movimiento que él. Jungkook se zafó con molestia esa mano alrededor de su brazo algo adolorido por las uñas. —Agradezco que me hayas dicho perfecto y encantador, es bueno que lo notarás y te des cuenta que de los dos soy más ideal que tú. —habló sacando su lengua entretenido del enojo que retenía la contraria. —También para que no estés "preocupada" sí, sí me enferme del supuesto viejito llamado lluvia. —dijo con un mohin para sonreír enseguida.

J.K De Juega El Karma ㅡᵀᵃᵉᵏᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora