Capítulo 23

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-pides mucho, Shiro.

-y si avanzo un poco más-comentó bajando lentamente por su cuello, dejando chupetones en zonas muy visibles.

-Shiro, tendre que usar cuellitos si sigues dejando marcas.

-entonces los dejaré en una zona donde no puedas cubrir, quiero que todo el mundo sepa que eres mío.

-mgh...eres un celoso.

-obvio, eres mío y no soy capaz de compartirte-siguió dejando besos en su cuello-y me lo pedirás?

-no.

-eres muy malo, Kai.

-tu lo eres Shiro-miró al contrario con una sonrisa ladina-si no lo harás tú, lo hare yo.

Lo empuje con fuerza y intercambie lugares quedando yo encima de él, planté un beso en sus labios con un fuerte deseo, sin contenerme moví mis caderas sobre la dura erección de Shiro.

-siempre quieres ganar, Kai-comentó soltando leves grunidos de placer, mientras controlaba los movimientos contrarios con sus manos.

-si te dejo mucho tiempo te me escaparas-acerque mi mano a la mesita y agarre la corbata del contrario atandole las manos-te haré desearme tanto hasta que ruegues.

Shiro soltaba grunidos de placer y lo mira atentamente con un fuerte deseo en su mirada-eres todo un provocador, amor.

Mis ojos mostraron una leve sorpresa antes de que sonreír con orgullo-me encanta si me llamas de esa forma.

Apreté mis muslos sobre su erección y empece a dar movimientos más lentos para provocarlo, empecé sacándole la camisa y tirandola al lado de la cama.

-Que se siente ser dominado.

-eres el único que es capaz de dominarme en todo, esa es una de las razones por las cuales te amo.

Me sonroje ante el comentario y plante un beso en sus labios, antes de bajar lentamente hasta llegar a su pantalón, lo desabroché y me desice de su ropa.

-te gusta lo que ves?-sonrió, su orgullo se notaba desde la distancia y se había elevado ante la sorpresa contraria.

-si, no podía esperar menos de mi novio-lamí mis labios y empecé metiéndome su miembro hasta mi garganta, lo que me provocaba arcadas, bajaba y subía desde la punta, hasta el inició, mientras masajeaba con mis manos lo que no entraba en mi boca.

El protagonista está obsesionado conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora