historias de terror y muerte

Pequeña atraccíon

Se despertó temprano y de un salto, desde que lo echaron del trabajo todas las noches tenía la misma pesadilla, en ella él estaba atado a una silla al final de un pasillo, y del otro lado del mismo, un ente extraño se acercaba lentamente, raspando sus largas garras contra la pared, luciendo un extremadamente flaco cuerpo sangre que emanaba un aura negra muy grande.  Cuando finalmente iba a atacar, el sentía una puntada en el pecho y despertaba.

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Se levantó de su cama y fue caminando hasta el espejo y se dijo así mismo

_ya nos funcionó una vez, saquemos buen dinero y nadie sospecha... necesitamos la plata...

Otra vos en su cabeza le dijo:

_vístete y arréglate, ¡tienes que darles una buena impresión!

Se vistió con la mejor ropa que tenía, tenían que creer que era un buen hombre, sino el trabajo sería más difícil.

Fue hacia el comedor/cocina y abrió la heladera

_ ¿Qué desayunaremos?_ se preguntó no hay nada...

Hace dos meses que vivía en la pobreza y su nuevo trabajo no le gustaba mucho.

Eran las 11:30 am, y generalmente se encontraba con ellos a las 12:15 pero el camino hasta allí era de unos 30 minutos más o menos así que decidió partir.

Salió de su casa y entro a un kiosco, compro una bolsa de caramelos y partió hacia la plaza que estaba frente a la escuela.

Cuando llego, se sentó en un banco y espero hasta que los chicos salieran,

Entre ellos había una niña de unos 7 años la cual se separó del grupo de chicos que estaban jugando, así que decidió seguirla.

La niña bajo al subterráneo, que a estas horas estaba vacío, y fue hasta la cabina telefónica. El hombre se acercó y le ofreció unos caramelos, pero la niña, al darse vuelta, no tenía cara.

Era una especie de monstro sin cuerpo, como si alguien estuviese controlando la ropa de la niña como a una marioneta.

La marioneta no tenía sombra y en el techo se proyectaba la sombra de unas manos...las mismas que lo atormentaban en sus pesadillas.

El hombre trato de huir, pero la marioneta levanto uno de sus brazos y el hombre voló hasta estrellarse contra el techo. Pero envés de caer, la sombra de las manos lo tomaron del cuello y lo ahorcaron, pero no lo mataron.

Lo soltaron, y al caer la marioneta junto las palmas de las manos y luego las separo rápidamente, partiendo al hombre en dos, llenando de sangre el piso, la cual se fue moviéndose por los espacios entre las baldosas hasta llegar a la marioneta. La sangre subió por el cuerpo de la marioneta la cual levanto los brazos hacia la sombra del techo, la cual salió del mismo y tomo la sangre del hombre.

La sombra ascendió y se esfumo, el muñeco se derrumbó el cuerpo desapareció.

Un secuestrador menos.