Ramsés estaba atónito, simplemente no podía creer lo que le estaba pasando en esos momentos; todo parecía tan irreal, como un sueño. Luego tras escuchar aquella voz misteriosa todo se volvió completamente negro. Una luz segadora envolvió su visión dejándolo parcialmente ciego. Podía sentir una calidez que envolvía todo su cuerpo, aquella que le resultaba completamente familiar.
Sentía como su cuerpo flotaba en un espacio sub alterno, como todas sus frustraciones, sus miedos, su odio su dolor desaparecían de su ser. Podía sentir como la paz envolvía su alma y su vitalidad resurgía de su ser. al igual que las voces que se escuchaban a a distancia aunque algo distorsionadas. Poco a poco aquellas voces se intensificaban en volumen haciendoce más y más claras hasta entender por completo lo que decían y todo se volvió completamente oscuro...
_ Ramsés, mira.
Ramsés despertó de su trance parpadeando un par de veces tratando de adaptarse a la luz que envolvía todo el lugar. Luego escucho un llanto algo chillón pero a la vez muy agudo, era claramente el llanto de un bebé lo que le resulto completamente extraño. Al fijar su mirada en donde provenía aquel llanto pudo divisar en la suave cama un bebe completamente envuelto en mantos hebreos. Aquello le resulto completamente extraño y algo chocante. La criatura quien lloraba sin algún tipo de consuelo al ver a Ramsés esbozo una cálida sonrisa, quien conmovió a los presentes.
__ Mira eso, se agradan el uno al otro. __ Es verdad.
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Ramsés parpadeo atónito ante lo que veían sus ojos. A su alrededor se encontraban su hermana y su madre, pero muchísimo más jóvenes de como las recordaba.
Estaba apunto de decir algo hasta que noto su propio cuerpo era de una contextura más pequeña de la que recordaba, se miro detalladamente tocandoce la cara y en otras áreas del cuerpo. Podía sentir el pánico apoderandoce de el, y su terror se confirmo cuando diviso su reflejo en un pequeño rincón en la habitación.
_ (Esto no podía estar pasando) pensó Ramsés contemplandoce._ ( simplemente no podía estar pasando, era algo completamente irreal en todo los sentidos. Esto era obra de algún dios egipcio).
Volvió a fijar su mirada una vez más en el bebé recostado gorgoteando envuelto en un manto hebreo y en ese instante todo en su mente se aclaro como el agua. Aquella extraña voz que escucho en sus últimos momentos de vida en medio del desierto, lo había traído nuevamente a su pasado. (Esto debe ser obra del dios Thot) pensó mientras extendía su pequeña y regordeta mano hacia la suave y mullida mejilla del bebé que sonreía feliz por el tacto.
- Moisés...
La suave voz risueña del joven príncipe Ramsés llama la atención instantánea de las dos mujeres que corta cualquier conversación que anteriormente estaban teniendo. prestando les con total interés a ambos niños. Ya sea por las suaves caricias que le estaba dando o la voz inusualmente risueña que Ramsés estaba teniendo, pero ambas mujeres concordaron una sola cosa, y era que Ramsés en verdad se había encariñado completamente con el pequeño bebé que había dejado llorar hace rato para solo empezar a reír y gorgotear alzando sus pequeños brasitos intentando tocar la cara del príncipe que reía divertido por la escena.
