Era tarde, muy tarde.
Todos estaban durmiendo, y Kaos, que es el que suele estar despierto y jugar con Ashley hasta las tantas, había ido a Japón a estar con Keomi.
Ashley se quedó despierta, sin hacer nada, solo pensando.
Pensando en algo que quería hacer desde hace mucho, mucho tiempo...
pero ni ella sabe lo que quiere específicamente.-Tendré que coger inspiración de algún lado, al menos para empezar desde algún sitio... Pero, ¿de donde?-
La chica se quedó simplemente observando el cuarto... Hasta que vió algo que le dió una idea.
-La... Estantería de Issac... , quizás pueda sacar algo de uno de sus libros...- Pensó.
-¡No!, ¡no puedo tocar sus cosas sin permiso!, eso sería invadir su privacidad...- Dijo, para justificar el miedo de tocar cosas ajenas, y más de Issac.
Por un lado tenía curiosidad, pero por otro lado le estremecía la idea de abrir uno de sus libros, pues la última vez que lo había hecho eran páginas llenas de letra microscópica.
-A lo mejor tiene libros más sencillos...-
Piensa la chica.-¡No!, ¡No voy a hacerlo!, ¡yo no soy así!
Después de decir eso se acurruca en la cama y mira hacia el lado opuesto intentando sacarse la idea de la cabeza.
-¡Bueno, una ojeadita no hará daño! , supongo...- Dice, nerviosa.
Ashley se levanta y, derrotada por la curiosidad, empieza a rebuscar entre los libros de Issac en busca de algo legible.
Entre todas las novelas de fantasía y misterio se encuentra algo que definitivamente no esperaba que Issac tuviera. -¿U-Un poemario?, guau, quizás esto me sirva.-
La chica procede a sentarse en la cama y abrir el libro por una página aleatoria.
-¿Hm?-
Nada más abrirlo un conjunto de papeles caen formando un cúmulo en el suelo.
-¡P-Perdón!, espera, ¿con quién me disculpo? hehe...-
Ashley revisa los papeles por si iban en alguna página específica, entonces se pone a leer...
Y lee...
Y lee...
-Espera... -
La chica lee y relee los papeles que está sujetando.
-¿Ese lindo atardecer encerrado en tus ojos que ilumina los míos... ?, ¿tu manto de cabello plateado...?-
Una sensación cálida se generó en el pecho de la joven.
Tantas palabras extrañas que nunca había oído en su vida pero que por alguna razón sabía lo que significaban...
Esas metáforas tan... exageradas escritas con esa preciosa caligrafía que reconocía como la de Issac.Se le salía el corazón del pecho con solo pensar que iban dirigidas a ella.
Casi podía sentirlo estando ahí, con ella, aunque su imaginación no iba a traerlo hasta aquí. No importa cuanto lo deseara...
Ashley, después de procesar todo lo que decían esos papeles no pudo contenerse y rompió a llorar, por una parte por la emoción de haber leído todo eso y por otro lado por no tenerlo a su lado, por no haberle dicho nada, por la culpa, por cómo podía haberle ayudado, por cómo todo esto podía haberse evitado.
-Heh, *sniff supongo que al final no debería haber revisado, ¿no es así?, heheheheh... heh... *sniff-
-Pero...- dice secándose las lágrimas, como si le estuviera hablando a alguien a pesar de que nadie está despierto
-Me alegro de haberlo hecho *sniff...
uahhh... Te quiero, Issac... *sniff-Ashley se recompone como puede, coge el libro y lo guarda, no sin antes meter una nota escrita por ella:
"Yo también te amo, como nadie, además.
Mañana te lo diré, no temeré más
Y así por fín lograré contigo estarTengo que quitarme
Esta mala costumbre ᰔᩚ
De dudar"