Capítulo 7

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Reid miró la mano de su hermana mientras era curada por el Gran Maestre y su madre la miraba con preocupación. No había sido gran cosa pero si necesitaba limpiar la herida y le pondrían una venda en la mano. La herida en la pierna de Daemon no había sido nada, es más, el animal ni siquiera había enterrado sus colmillos en él. Pero aún así el pelirrojo estaba hecho una furia contra el norteño.

– Es un estúpido, ¿qué acaso creía que era buena idea traer un lobo acá? ¿Quiere que nosotros le demos un dragón o qué? – decía enojado mientras miraba por la ventana.

– Era un regalo Daemon, no creo que lo haya hecho con la intención de hacerme daño – dijo Alyssa de manera calmada.

– Creo que exageraste mucho – dijo Reid a su hermano menor – Fuiste grosero, el chico solo le quería dar un regalo a Aly, no tenía intención de dañarla.

– ¿Yo grosero? – Daemon se volteó para mirarlo – Creí escucharte decirle idiota. No seas hipócrita, que seas el mayor no te da ese derecho a culparme de todo para quedar bien con papá.

– Yo no...

A pesar de que ya tenía 15 años y Reid 18, Daemon era mucho más alto y corpulento que su hermano mayor. Los genes fuertes, había dicho una vez su padre haciendo reír a Daena, pero ninguno de los chicos había entendido a qué se referían. Pero Daemon, le sacaba al menos 20 centímetros a su hermano y su espalda era ancha, sus brazos fuertes y su abdomen estaba levemente marcado por el entrenamiento al que era sometido diariamente, mientras que Reid era más bajo y su complexión era más delgada.

– Ese animal era una amenaza, y créeme no me gustó matarlo pero el idiota no hacía nada – dijo enojado.

– Está bien, pero no tenías por qué hablarle de manera tan grosera.

– Tienes razón – el Rey ingresó a la habitación con el ceño levemente fruncido.

Se acercó a Alyssa para mirar su mano, mientras besaba su frente y acariciaba su cabello.

– ¿Tu mano está bien, mi sol? – dijo de manera cariñosa.

– S... si – dijo ella un tanto confundida – No ha sido nada grave, fue un accidente.

Jace asintió con la cabeza y ahora su mirada se posó en su heredero.

– Debes pedirle disculpas a Rickon Stark.

– ¿Qué? ¿Por qué? – Daemon frunció el ceño – ¿Él se va a disculpar porque su perro atacó a Lyss?

– Era un lobo – lo corrigió Laenor, que estaba sentado al lado de Alyssa leyendo un libro.

Daemon puso los ojos en blanco ante eso. Maldito niño genio, si no se cuidaba iba a esconder las piezas de su maqueta nuevamente y esta vez sería más creativo con el escondite.

– Los Starks son nuestros invitados, y no creo que Rickon quisiera dañar a tu hermana – Jace miró a su hija y pasó su mano por su cabello asegurándose que estuviera bien – Solo intentaba ser caballeroso.

– ¿Y para qué quería ser caballeroso? – dijo Daemon de mala gana – Nadie se lo pidió.

Jace suspiró pesadamente. Efectivamente, como lo había pensado antes, Daemon tenía sentimientos mucho más fuertes por Alyssa. Quizás aún no se había dado cuenta de lo que sentía por ella, quizás ni siquiera había identificado cómo se sentía, pero ahí estaba. Los celos instintivos, querer protegerla, sentirse amenazado porque otro hombre tuviera la atención de ella. Era obvio.

Los hijos del Dragón | HOTD | Dutty #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora