Capítulo 11

795 74 81
                                    

El principe Aegon miraba al Rey fijamente mientras este leía aquel pergamino que había llegado ese día. Estaba cansado, y Jacaerys no estaba ayudándolo a mejorar su humor con su miedo a volver a atacar a los hijos del hierro. Lo entendía, no quería perder a nadie más de su familia. Perder a Daemon había sido un golpe duro para él. Pero no podía seguir dejándolos hacer lo que ellos quisieran. Estaban saqueando puertos de las ciudades libres y todos los Señores de Essos ahora exigían a la corona que controlara a sus súbditos o tendrían que atenerse a las consecuencias.

Jace llevó sus manos a su rostro, pasándolas por este frustrado.

– Si dejas que este hijo de puta de Dalton Greyjoy siga saqueando Lannisport Lord Jason tendrá más razones para estar molesto, y no creo que esta vez le interese que tenemos dragones. Las ciudades libre, por otro lado, podrían aliarse a ellos, y no nos podemos permitir una guerra con ellos – dijo Aegon mirándolo fijamente.

Jace bebió un poco de su copa y Aegon hizo una mueca. Aunque llevaba años sin beber una gota de alcohol, el siempre olor del vino le seguía provocando tentación, y aunque Jace había insistido en no tener vino en su presencia el Maestre Gerardys le había mencionado que la única forma de que Aegon pudiera estar rehabilitado completamente era que aunque tuviera alcohol al alcance decidiera no beberlo.

– Si enviamos a alguien podemos quemar las flotas Greyjoy – dijo Jacaerys pensando – Pero no quiero arriesgar a nadie...

– Yo puedo ir – mencionó Aegon en sugerencia.

– No – dijo Jace rotundamente – Eres necesario acá, no puedes dejar Desembarco del Rey.

– Jacaerys – dijo cansado – Sé que no quieres hablar de lo de tu padrastro, pero han pasado años y estás dejando que el miedo de perder a alguien más te consuma tanto que no te das cuenta que podrías llegar a perder todo.

Jace hizo una mueca.

– No hables de eso.

– Han pasado al menos ¿qué? ¿Cuatro o cinco años? – mencionó cauteloso – Aún te niegas a hablar de él, ni siquiera miras a Caraxes aunque ahora sea tu hijo quien monta en él y te niegas a responder con fuerza...

– ¡Porque no llevaré a mi familia al matadero! – gritó el Rey cansado.

– ¿Y si arrastrarás a tu pueblo a la guerra innecesaria? – Aegon se puso de pie – Vives con miedo Jace, estás encontrando debilidad en lo que es tu fortaleza, y un Rey no...

– ¿Qué carajos sabes tú de ser Rey? – gritó Jacaerys enojado y lanzó la copa lejos haciendo que el vino cayera al suelo.

Aegon respiró profundamente, observándolo a ver su siguiente movimiento. ¿Qué carajos sabía el de ser Rey? Nada. Había sacrificado su oportunidad, su puesto, el respeto de su hijo, y de todos por lo correcto, y eso no le había traído nada bueno. Jaehaerys lo despreciaba, Jace estaba sucumbiendo ante la presión y las personas que lo guiaban estaban en su mayoría mientras. ¿Qué se suponía que debía hacer él? ¿Cómo podía ayudar?

– Si no quieres enviarme a mi tienes más jinetes de Dragón – le dijo por lo bajo – Está Joffrey, Lucerys, Aegon y Viserys, incluso mis hijos pueden acudir. Pero no vivas con miedo constante Jace.

El Rey no respondió.

– ¿Qué vas a hacer cuando Lord Jason Lannister se canse de que la corona lo compensé con oro por sus barcos y mercancías pendientes? – dijo de mala gana – ¿Qué harás cuando los fondos de la corona empiecen a bajar y todo por lo que haz trabajo se vaya al carajo por tu miedo? ¿Buscarás compromisos arreglados para tus otros hijos también?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 11 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Los hijos del Dragón | HOTD | Dutty #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora