GWENDOLYN EVERGLOW
Había noches que se sentían simplemente... especiales.
No sabía describirlo, pero había noches que, aunque no tenían nada de destacable o diferente al resto, había algo en ellas que le hacían saber sin palabras que su vida iba a cambiar para siempre.
Quizás era el brillo azul de la luna, quizás era el cálido ambiente en el aire de Acapulco o quizás mera corazonada. No estaba segura, pero tuvo ese presentimiento tan pronto el sol se ocultó en el horizonte y las estrellas se dibujaron alrededor de la luna.
Lo sintió mientras empujaba la puerta con su hombro y mientras se adentraba al gran salón que contenía la piscina.
En uno de los mejores hoteles de Acapulco, en una de las mejores noches de Julio, Gwen experimentó una calma que no había sentido en mucho tiempo.
Por unos instantes, sentía que todos sus problemas, todos sus secretos y todas sus culpas estaban a kilómetros de distancia aun cuando sabía que volverían tan pronto regresara a casa.
Desvió su mirada hacia el exterior, más allá de la infinity pool y más allá de su mente, la enfocó en la noche estrellada iluminando la playa a la distancia, deslumbrándola desde el otro lado del cristal. Amaba estos congresos, podía aprender, actualizarse y al mismo tiempo disfrutar de estas mini-vacaciones que tanto necesitaba. La universidad estaba pateándole el trasero y de verdad quería un respiro.
Soltó un suspiró, a sus diecinueve años, se sentía más fatigada que una mujer en sus ochentas, entre sus clases, sus cursos extracurriculares y sus prácticas en la estación, apenas tenía tiempo para dormir, esta era la perfecta pausa para su vida académica y su vida personal.
Contempló el cielo nocturno reflejado en el golfo de México, esperando que su mente le permitiera el tiempo suficiente para disfrutar del silencio que le proporcionaba la quietud. Pero como siempre los pensamientos intrusivos y esas preguntas que no debería hacerse comenzaron a inundar su cabeza y tuvo que, de nuevo, ponerse en movimiento.
A veces era difícil huir de su cabeza y otras veces era simplemente imposible.
Las sombras azules de la superficie del agua danzaban en el oscuro techo y las paredes mientras atravesaba el lugar, se encaminó hacia la zona de las bancas para dejar las cosas y finalmente entrar en el agua.
Fue entonces cuando se dio cuenta de que no era la única allí.
Dentro del agua, divisó una amplia figura atravesando el cristalino pero denso líquido sin dificultad mientras se abría paso con largas brazadas que perturbaban por completo la integridad del agua.
Se trataba de un hombre.
De esquina a esquina, la piscina entera se alteraba con forme el desconocido avanzaba, como si no fuera capaz de contener su presencia en su interior. Más que un huésped disfrutando de la alberca, el hombre parecía una bestia tratando de escapar de una prisión.
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EL PAPÁ DE MI NOVIO
Romansa¿Tú? no gracias, tú papá está mejor... Él, el padre de su novio. Ella, la novia de su hijo. Ellos... el secreto favorito del otro. Después de tantas decepciones con chicos de su edad, Gwendolyn Everglow, en busca de perder su virginidad, decide que...