Capitulo - 4 -

6 2 0
                                    

El tiempo pasaba lenta e insostenible para Magda.
Se veía cada vez más demacrada y la calidad de su voz había bajado notoriamente. El maltrato de Malcom era evidente. Tanto así que el dueño del bar les prohibió volver al lugar.
Esto enfureció a Malcom que desataba su rabia contra la joven y dejando como única opción, negociar el débil cuerpo de Magda al mejor postor. Noche tras noche, día tras día.

Era alimentada con poca comida. Dormía poco y las veces que no podía atender a los hombres, Malcom la encerraba en una habitación poco ventilada. Las delgadas paredes dejaban escuchar las risas y noches de pasión de Malcom con distintas mujeres que llevaba a su departamento. La vida de la pobre Magda era realmente el peor infierno que jamás había imaginado.

Una noche, al estar con uno de "los clientes", intenta pedir ayuda. Con algo de temor, cuenta lo que sucedía. Pero el hombre que pareció por un breve instante prestarle atención solo fingió entenderla y luego de tomarla, pone el dinero sobre la mesa y le dice!

- Niña, lo siento. Pero no puedo ayudarte.- y mientras salía de la habitación balbucea- Solo la muerte lo hará.-

Ese pensamiento quedó dando vueltas en su cabeza como una esperanza de paz. La aterraba pensarlo pero también sabía que era la única salida.

------------------------------------------------------------------------

Luego de algunos días, buscaba dentro suyo un hilo de fé para quitar esa idea de su mente.

"Esto va a pasar. Todo cambiará!" Se repetía una y otra vez a si misma. Pero las intenciones de Malcom no daban tregua.

Una noche, entra al departamento, sacándola casi a sacudones de la cama;

-Vamos, arriba. Prepárate. Tienes trabajo que hacer.-

- Malcom, no me siento bien. Estoy algo mareada.-

- No me interesa si estás en  el umbral de la muerte. Levántate, ponte esto y apresúrate.-

Le entrega un vestido negro escotado y unos tacones altísimos.

- Vamos. En una hora tenemos que estar en el hotel.-

A sancadillas termina de prepararse. Con el estómago revuelto y su cuerpo débil sale del departamento tomada del brazo de Malcom.
Treinta minutos en taxi dónde tenía que aguantar las ganas de vomitar, llegan al hotel. Las drogas suministradas por Malcom, sumado a la mala alimentación estaban haciendo un hueco en su estómago.

Al subir los tres pisos para llegar a la habitación, golpea la puerta y al abrirse, ella puede ver qué cinco, si, cinco hombres la esperaban dentro.
Se abrazo a Malcom suplicándole que no la dejara allí. Pero éste demonio, solo la arranco y la empujó hacia el interior.

-Malcom por favor no!!!- suplicaba a gritos Magda mientras la puerta se cerraba lentamente. Siendo un grito lo último que éste escuchó se la joven.

Llegada la mañana, el hombre se encontraba casi dormido en un sillón del lobby del hotel. Cuando es sorprendido por la mano de uno de los cinco hombres sobre su hombro;

- Ey amigo! Arriba está tu dinero. Mis amigos y yo nos vamos. Ah! Por cierto. Que delicia resultó tu ramera.- y mientras volteaba para irse- Por cierto, creo que el éxtasis hizo que se nos fuera un poco la mano. Solo, deja que se recupere antes de volver a vender sus servicios.-

Esas palabras hicieron que Malcom subiera deprisa las escaleras. Y al entrar a la habitación, sintió que había ido muy lejos. Algo de culpa corrió por sus venas al ver el cuerpo de Magda.

Tirado casi inconsciente en la cama, desnuda, con rasguños en sus nalgas y entre piernas, quemaduras de cigarrillos sobre su pelvis, golpes en su rostro que poco dejaban ver su belleza natural y sus genitales habían manchado se sangre las sábanas.
Una imagen atroz de la cual él, era el único responsable.

MAGDA. (Precuela de Melodía de Fuego)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora