CAPITULO 19

3.8K 460 30
                                    



Pasó un latido.

-¿Mamá?- Susurró el omega. La voz se le atoraba en la garganta, le ardía. Le quemaba por todo esos años alejado.

Yongsun llevó la mano a su boca. Miró a su hija que estaba a su lado en la puerta y luego a su hijo. Parpadeó.

¿Se encontraba frente a una visión? Una que había soñado por años...

-¿Taehyung?- La vista se le nublo gracias a las lágrimas. Las piernas se le aflojaron, y sintió que la gravedad hacia efecto en ella.

-¡Mamá!- La alfa la sostuvo, y Taehyung dudó si debía acercarse o no. Jungkook lo sostenía por detrás mientras el omega estaba llorando, silenciosamente.

-Mi hijo, mi hijo,- balbuceó la mujer, sosteniéndose por la puerta. -Mi bebé, mi chiquito,- su voz era estrangulada, débil. Extendió sus brazos, mientras la chica la sostenía por la cintura.

-Ve, amor,- susurró Jungkook, detrás de su chico. Taehyung estaba tieso. Vaciló un instante, y se abalanzó a los brazos de su madre. Ansioso.

Esos que tanto había añorado día y noche. Sin siquiera darse cuenta, ambos estaba sumergidos en un mar de llantos, y abrazos por todos lados. Ojos que se buscaban y encontraban, necesidad de madre e hijo. Una madre y su eterno cachorro.

-Mami, mami,- lloriqueo, y es que Taehyung era como un bebé grande cuando estaba sentimental.

Detrás, Jungkook contenía el llanto en su garganta. Veía, con sus ojos brillantes, una de las escenas más tiernas, alegres y dolorosas, todo junto a la vez. Taehyung era un niño pequeño en brazos de su madre, nuevamente, de dónde no tuvo que haber sido arrancado.

-¡Oh, mi bebé! Estás aquí, estás aquí,- chilló, acariciando el cabello de su hijo.-Rose, es Taehyung. Es Taehyung,- murmuró, sin soltar al chico y mirando de reojo a su hija.

Ella le acarició la espalda, con suavidad y ternura.

-Lo sé, mamá. Te dije que lo iba a encontrar, cueste lo que cueste,- sonrió a su pequeña familia. Nuevamente junta. -Te lo prometí, y aquí está,- carraspeó, intentando contener el llanto.

Yongsun asintió, todavía con los ojos húmedos y Taehyung mirándola a los ojos.

-Mi pequeño cachorro,- murmuró ella, viendo a los ojos verdes a los cuales vio nacer. -Mi chiquito ¡Estás en espera! Yo no-no lo puedo creer,- miró con premura el vientre de Taehyung. Llevaba solo un suéter.

-Es mejor que entremos,- sugirió Rose. -Taehyung no puede pasar frío en éste momento.-

-Mamá,- masculló Taehyung. Se le había olvidado como pronunciar esa palabra en voz alta. -Él... él es Jungkook. Es mi alfa,- murmuró, indicando hacia el alfa, detrás de ellos.

La omega le dió una mirada. Taehyung se movió de ella a los brazos de su alfa.

-Un gus-- Jungkook no pudo finalizar. La mujer los había abrazado a ambos, con fuerza y cariño.

-Gracias, gracias, por traerme a mi hijo de vuelta,- sollozó la mujer. Jungkook le acarició la espalda.

Quien tenía que agradecer era él, por haber dado a luz a la persona que cambió su vida por completo. Jungkook hizo un sonido estrangulado con la garganta, no podía, literalmente no podía hablar. Miró a su chico, y tenía la felicidad rasgada en el rostro y no había otra cosa que deseara más para él.

-Gracias, señora,- tragó saliva. Yongsun se separó.

-Oh, dime Yongsun. Por favor, querido,- comentó, limpiándose las lágrimas de los ojos. -Entren, vamos, entren,- murmuró la omega.

BURDEL [KOOKTAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora