EXTRA I -CACHORROS-

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Jungwon, con su año y cuatro meses, literalmente barría con todo a su alrededor. Había dado sus primeros pasos cerca del año. Jungkook lastimosamente se lo había perdido por estar trabajando, pero para su suerte Taehyung lo grabó con el celular en ese momento porque sabía que estaba a nada de hacerlo hacía un tiempo. Cuando el alfa vió el video luego de esa reunión de la junta directiva, soltó algunas lágrimas y tuvo que dirigirse a su casa para ver a su omega, embarazado de gemelos, y a su hermoso cachorro.

Odiaba perderse momentos importantes de su familia.

Ese día era especial, porque era el día en que los gemelos iban a nacer. Habían pactado una fecha específica para la cesárea, porque los cachorros eran bastante grandes y si seguían esperando podría haber algún riesgo tanto para ellos como para Taehyung, así que sí. Era un día muy especial.

Taehyung estaba en la cocina, calentando el almuerzo que su suegra les había dejado casi preparado. Solo era sacarlo de la heladera, y colocarlo en el horno por unos minutos. Asi que tenía los ojos puestos en el cronometro para no pasarse, y sus oídos en las risas de su cachorro y su alfa provenientes del living.

Oía las risas de Jungwon y sus pequeños pasos corriendo, podía hasta sentir la desesperación del pequeño cachorro. Se imaginaba la escena por los sonidos. Jungkook lo perseguía gateando y gruñendo, mientras el menor escapaba de él, intentando cruzar cerca y gritando en risas cuando su padre lo atrapaba, alzaba y comía a besos, para bajarlo y volver a hacer lo mismo.

El omega podía verlo por horas asi, literalmente. La dulce risa de Jungwon era como el aire que respiraba cada día.

Apagó el horno, con movimiento lentos. Una sonrisa se dibujaba en su rostro, escuchando a los amores de su vida en plena felicidad. Eran de esos sonidos que no faltaban nunca en su casa. Olfateó los olores que siempre flotaba dentro de su hogar, el de su alfa y su cachorro. Entró al living con paso liviano, sus manos sosteniendo su gran vientre. Sus verdes buscaron con con añoranza los grises y azules, escondidos bajo pares de párpados cerrados.

Jungkook estaba acostado en el enorme sofá, con Jungwon en su pecho que tenía uno de sus regalos favoritos de todos. Un osito de peluche bañado por los colores del arcoiris, que su alfa trajo de uno de sus cortos viajes de negocios. Taehyung estuvo encantado cuando lo vió, y desde el segundo en que el cachorro lo vió también.

Era una instantánea hermosa, una que estaba seguro iba a guardar por siempre en sus retinas.

-La comida está lista, alfa- habló el rizado, su voz en un susurro para no despertar a su hijo. Jungkook abrió sus fanales y los clavó en él, le sonrió tal cómo siempre le hacía.

-Hola, omega- murmuró, quitó una de sus manos de la espalda del cachorro y tomó las blancas de su esposo- Se durmió rápido.

Miraron a Jungwon dormir plácidamente, los latidos de corazón de alguno de sus padres siempre lograban calmarlo casi instantáneamente.

-Estaba cansado, pobre mi cachorro- asintió, su mano libre fue al cabello húmedo del menor. Lo cepilló con cariño.

-¿Te encuentras bien, amor?- hizo a penas fuerza y Taehyung se sentó a su lado.

Taehyung sonrió, marcando esos hoyuelos que tanto fascinan al alfa y asintió.

-Ansioso, más bien- se tocó el estómago. Jungkook besó su mano, delicadamente.

-Acuéstate un rato, omega, luego almorzaremos juntos TaeTae- propuso, con voz suave. Taehyung podía sentir los dolores en su espalda, así que no se hizo rogar demasiado.

BURDEL [KOOKTAE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora