Aileen era una estudiante ejemplar, su historial académico y sus notas eran perfectas. Destacaba en todo lo que hacía y era la capitana del club de porristas del equipo de voleibol. Todo en su vida era ideal... o al menos eso era lo que creía.
Su d...
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POV AILEEN.
Estaba a punto de besarlo, y esta vez no era algo planeado.
Yo....
Yo sentí ganas de que eso pasara.
Quería besarlo.
Quería que me besara.
Me puse de puntitas para poder alcanzar su boca cuando mi vista se puso algo borrosa y sentí como me tambaleé.
— ¡Aileen! ¿Te sientes bien? Joder mujer, no debiste beber tanto. – hablo sosteniéndome de la cintura. – Ven, siéntate.
— ¡No es justo, tú te bebiste como 6 y estas totalmente normal! Yo solo me tome tres y ya me siento algo mareada.
— Seis para un conocedor como yo, es como si fuera solo agua. ¿en que estabas pensando cuando pediste más? – había algo de gracia en su voz, ahora me sentía avergonzada no solo por pensar en si se dio cuenta de mi intención de besarlo y a la vez por estar en este estado por solo tres cervezas.
— Tengo la cara toda roja ¿Y si me dio una reacción alérgica por el alcohol? - dije al usar la cámara de mi teléfono para ver mi rostro.
— Desde la primera cerveza tu piel se puso así, es por el alcohol; es completamente normal así que tranquila.
— ¿Me lo prometes? – pregunte al verlo caminar hacia el mostrador.
— ¡Lo prometo! – respondió a lo lejos, lo miré curiosa hasta que lo vi regresar con nuestros zapatos. Me incline para tomar los míos, pero el me detuvo con su mano.
— Lo hare yo. – no comprendí a que se refería hasta que se puso de rodillas frente a mí y lo vi desabrochar mi zapato para ponerme mis botines. Lo hizo con demasiada delicadeza y totalidad tranquilidad.
Me dispuse a verle, admiré cada detalle de su rostro.
Keisuke era realmente atractivo.
¿Por qué es que lo estaba viendo tan guapo?
No vuelvo a beber...
—Ven. – me tomo de la mano. - necesitas tomar un poco de aire fresco. – me puse de pie y caminé detrás de él, al bajar por las escaleras me tomo por la cintura para evitar que por mi estado fuera a tropezar. Nuevamente sentí como todas las miradas estaban puestas en nosotros dos.
Cuando salimos agradecí el efecto de la brisa del aire en mi cuerpo, caminamos hasta su motocicleta para que me sentara.
— Keisuke.... – hablé tímida.
—¿Sí?
— Lo de hace rato... yo... - quería decirle lo del beso, quizás yo quería besarle y el no, no quería que esto causara algún tipo de incomodidad entre nosotros ahora que comenzábamos a llevarnos mejor. – Lo siento si fue incomodo. Estábamos teniendo una cita genial. Ficticia, pero genial. Se que no querías besa-
