Aileen era una estudiante ejemplar, su historial académico y sus notas eran perfectas. Destacaba en todo lo que hacía y era la capitana del club de porristas del equipo de voleibol. Todo en su vida era ideal... o al menos eso era lo que creía.
Su d...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
|×××××××××× ☠️ ××××××××××|
— Tus calificaciones son espléndidas, los comentarios de tus profesores en tus actividades extracurriculares son perfectos. Eres bastante buena en muchas cosas y en las que no, siempre muestras el esfuerzo qué haces por mejorar. Eres una estudiante ejemplar Aileen, sin embargo; eres dem-
— Sin embargo. — interrumpiste. — me trata y me mira como si fuera la peor escoria de entre los estudiantes. Pareciera, señor director, que se ha olvidado de las exuberantes donaciones que mi familia le ha donado a este instituto. — había algo de arrogancia en tu voz. Algo inusual en ti, pero en este momento estabas demasiado molesta como para ser amable.
— Señorita Aileen... Tengo dignidad. No le permito que me hable de esa manera. Las "exuberantes donaciones" de su familia han sido de gran ayuda al instituto, no obstante, no borran lo que se rumora entre los pasillos. Esa esa una acusación demasiado grave señorita.
— Es una acusación injusta. — hablaste molesta. — Yo jamás haría algo así, además, tengo entendido que Miyamura no se ha quejado con usted del asunto. No pueden castigarme si no hay una acusación formal en mi contra.
— No estás aquí específicamente por eso. Pero no puedo dejar pasar lo que se comenta en mi instituto. Filtrar fotos mmm... privadas, es algo muy grave.
— ¡Yo no filtre nada! ¡Y ni siquiera son privadas! ¡Solo es Miya besándose con tipo asqueroso en una situación... — Justo ahí vino a mi mente la maldita fotografía esa, la cual como dicen, valía mas que mil palabras. . — Co...comprometedora.
— Sabe a detalle para no ser la culpable.
— ¡Solo lo sé por qué el tipo asqueroso de la fotografía es mi novio! — me levante del elegante asiento de piel marrón, podría asegurar que mis gritos se escuchaban hasta afuera de la oficina. El director me miraba furioso. — O bueno... era mi novio.
— Señorita Aileen, guarde silencio y tome asiento. — levantó la voz. — La venganza es algo muy bajo. En fin, tendrá un castigo que cumplir. No hay nada mejor para redimirse de un acto tan atroz que con algo de apoyo social.
— Dígame la cantidad y le diré a mi padre. — suspiraste resignada.
— No habló de ese tipo de apoyo social. Tendrá que ayudar al instituto de otra manera. — levantó el teléfono y oprimió un botón. — Hágalo pasar, por favor.
Lo miraste expectante ¿qué rayos pretendía que hicieras? Hasta ese momento estabas teniendo uno de los peores días de tu vida:
Flashback, media hora antes.
Habías llegado como cualquier día al instituto, tus ojos brillaban mientras buscabas a Ryu; la persona con la que tenías una relación amorosa desde la secundaria. Ryu era muy popular en el instituto, además de ser el capitán y la estrella del equipo de voleibol del instituto. Y no cualquier equipo, pues era el número uno de la prefectura y él era bastante conocido entre los estudiantes. Además, Ryu era bastante atractivo; sin mencionar lo alto que era y su bien trabajado cuerpo de atleta, sus facciones eran finas, sus ojos color aceituna y su bronceada piel hacían que no tuviera nada que envidiarle a ningún otro chico. Aunque no era el típico deportista extrovertido al que le gustaba llamar la atención, pues era un hombre de pocas palabras y normalmente su presencia imponente hablaba por él, tenía bastantes amigos y las personas hacían cualquier cosa con tal de decir que eran cercanos a la estrella del instituto.
