Puma-Moon // Moonsun Adaptación G!p

Capitulo 18

A la mañana siguiente, mi teléfono me despertó de un profundo sueño. Mi cabeza estaba protegida contra el amplio y cálido cuerpo de Byul, mis piernas entrelazadas con las suyas. En su mesita de noche, mi teléfono sonó, tocando el timbre de Jennie.

Me levanté de golpe al escucharlo e hice una mueca de dolor, cuando me di cuenta de que mi largo cabello estaba atrapado debajo de su cabeza.

Abrió sus ojos y me sonrió.

—Buenos días. ¿Dormiste bien?

Desenredé mis piernas de las suyas.

—No recuerdo haberme ido a dormir en absoluto —bromeé.

Quería deslizarme bajo ella y sentir su gran y maravilloso peso sobre mí. Quería hacer una madriguera en su pecho y dejar que el mundo desapareciera.

Mientras, el teléfono seguía sonando con el timbre de Jennie, suspiré.

—Tengo que atender.

Se acercó y me tendió el teléfono.

Abrí mi teléfono.

—Hey.

—¡Hey, Sun! —dijo ella, completamente alegre—. Tardaste mucho en contestar. ¿Qué sucede?

—Nada —dije, esperando que ella no escuchara el sonrojo en mi voz. Byul me llevó de vuelta con ella y me retorcí lejos—. ¿Cómo estás? ¿Está todo bien?

—Todo está bien. Bastante tranquilo. Más que todo hemos estado jugando en la computadora. Lisa es terrible en ello, pero creo que lo sigue intentando por mi bien. —Podía escucharla masticando algo, probablemente una tostada—. ¿Qué hay sobre ti? ¿Te mantienes ocupada?

Me atraganté.

—Uh... sí, estoy... estoy bien. —Una risa nerviosa escapó de mi garganta—. Sólo manteniéndome ocupada con el trabajo y todo eso.

—Mmmhmm. —Se detuvo—. Byul está justo ahí, ¿no es así?

Oh, Dios, dispárame ahora.

—No, ella no está aquí. ¿Qué te hace pensar eso?

—Tienes ese chillido agudo en tu voz. —Masca, masca—. Y Lisa me dijo que Byul está loca por ti. A ti también te gusta, ¿cierto?

Byul resopló y frotó su pie contra mi pantorrilla.

—Nunca he usado la palabra "loca".

Por supuesto, Byul podía escuchar todo lo que Jennie decía. ¿Qué podía ser más humillante que eso?

—No está sucediendo nada —dije, aun cuando la mano de Byul se deslizó por mi espalda desnuda y la pellizcó, haciéndome chillar.

—Claro que está sucediendo algo. Estás saliendo con ella. Están durmiendo juntas.

—Hablaremos de esto después —dije, ahogando el gemido que amenazaba con salir, cuando los dedos de Byul danzaron ligeramente a lo largo de la parte interna de mi muslo—. ¿Qué sucede?

—Es que, uh, no sé cómo decirte esto —dijo Jennie lentamente y mi corazón cayó.

—¿Qué es? —Mi mente automáticamente entró en pánico. Si dejábamos la ciudad esta noche, todavía podríamos alejarnos. Escondernos bajo el manto de la oscuridad...

—Lisa lo sabe —dijo.

—¿Qué sabe? —Mi corazón latía con fuerza contra mi pecho. Tal vez estábamos hablando sobre dos cosas distintas.

—¿Sobre el asunto lobuno? —dijo Byul perezosamente—. Siempre lo ha sabido.

Dejé de respirar. No podía pensar.