Capitulo 17

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Debo no haberlo escuchado correctamente.

—¿Qué?

—Sé que es mucho pedir de ti, pero necesito tu ayuda.

Mi virginidad era mucho pedir de mí. Esto era simplemente raro.

Condujimos en silencio hasta que el coche se detuvo en la oficina del examinador médico. El estacionamiento estaba casi desierto a esta hora de la noche. Fuimos hacia la puerta, luego sonamos la campana. Después de unos cuantos momentos, la puerta zumbó y los tres entramos.

El técnico que se reunió con nosotros en la puerta lucía familiar. Él hizo que Byul firmara la entrada.

—¿Cree que ella pueda hacerlo?

—Vale la pena intentarlo —dijo Byul calmadamente.

El técnico de laboratorio nos guio por un largo corredor hacia una puerta que decía Morgue.

—Sólo denme un momento para aclararme.

La puerta se cerró y a través de ella, oí:

—... Bjorn... para ver la chica muerta...

—.... ¿relación con la fallecida? —preguntó otra voz.

Eso me puso nerviosa.

La puerta se abrió y el técnico sonrió, y recordé en dónde lo había visto antes, él era uno de los hombres de Byul que había venido a asegurar mi casa.

—Síganme —dijo, y Byul y yo entramos. Lisa se quedó en el pasillo.

La sala era grande y parecía estar esterilizada, con pequeñas baldosas de cerámica blanca cubriendo el piso y una fila de cajones metálicos contra la pared trasera. Nuestro escolta abrió un cajón con un puff de aire refrigerado. En la mesa de autopsias había un objeto cubierto con una sábana, justo de la talla correcta de un cuerpo.

Oh, Dios. Incluso aunque había esperado esto, mis rodillas se sintieron un poco débiles.

—Calma —dijo Byul, y su brazo rodeó mi cintura.

El técnico de laboratorio retiró la sabana y expuso el rostro de la víctima.

Podría haber sido una muñeca de cera; lo que fuera que era humano en ella ya no estaba. Su rostro estaba frío y gris, sus facciones eran refinadas y bonitas. Hermosa incluso, pero eso no era una sorpresa si ella estaba en la Alianza. Sus orejas no eran puntiagudas, así que eso eliminaba la posibilidad de cualquier tipo de criatura mágica. Su cabello castaño estaba echado hacia atrás de su cabeza, casi tan pálido y sin color como su piel.

¿Podía identificarla? Ella lucía vagamente familiar. Me incliné hacia Byul y susurré:

—¿Qué es ella?

Ella susurró en respuesta:

—Cambiadora. No sé de qué tipo. No es de por aquí.

Eso definitivamente estrechaba las posibilidades. Las mujeres cambiadoras de cualquier clase eran raras, así que la mayoría eran eliminadas inmediatamente. Lo que hacía el negocio de Giselle muy difícil algunas veces.

—¿Alguna marca?

El técnico bajó un poco la sábana, revelando una pequeña pata tatuada sobre su pecho derecho. Al ver la pata, recordé. Era demasiado pequeña para ser una loba, los cinco dedos del pie tenían delicadas garras.

—Visón —dije—. Regina St. James era una de las pocas Were-visón en la base de datos. Me mostró su tatuaje una vez. —Miré su cuerpo. Dios, no lucía como Regina. Había sido tan bonita, con una burbujeante personalidad. Esta fría extraña no era ella—. Le gustaba salir mucho. Giselle la adoraba.

Puma-Moon // Moonsun Adaptación G!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora