I

475 23 0
                                    

La alarma del teléfono de uno de los jóvenes empezaba a sonar de manera estridente haciendo que el montón de sabanas se moviera de manera incomoda mientras soltaba un pequeño quejido, el sonido de la incesante alarma se hacia cada vez mas estridente ocasionando que una pequeña mata de cabello verde asomara la cabeza y apagara de manera lenta el sonido. 

Los pequeños pasos de su madre acercándose a la puerta para abrirla en el proceso y asomarse para caminar hacia la cama del peliverde mientras abría las cortinas y se acercaba a la cama de su hijo para moverlo un poco.

- Izuku, cariño, venga arriba sino llegaras tarde a clases.- Hablo la mujer de manera calmada mientras veía como su hijo se removía de su lugar para asomar de manera completa la cara y dejar salir un pequeño bostezo. 

- Buenos días mamá.- Dijo el menor mientras se destapaba para acomodarse en su cama y estirarse haciendo estallar todos los huesos de su espalda además de soltar un gemido por la satisfacción. 

Inko soltó una pequeña risa al ver como la maraña de pelos de su hijo estaba enredada que parecía una pequeña bolita de algodón pero que muy esponjoso.

- Buenos días cariño, iré a prepararte el desayuno, alístate y baja.- Dijo la mujer para luego salir de allí con una pequeña sonrisa mientras tarareaba una pequeña estrofa de una canción que se repetía en la radio una y otra vez. 

El pecoso ante la pequeña orden de su madre se levanto de la cama para luego echar las sabanas hacia atrás para que se aireará su habitación mientras que el se disponía para ir al armario y sacar el uniforme de la universidad para dejarlo encima del escritorio.

- Cada vez estoy mas cerca de el examen de ingreso para la pequeña academia de danza.- Murmuro el pecoso de manera calmada mientras volvía al armario para tomar una toalla y camino hacia el baño para abrir el agua caliente de la bañera y empezar a desnudarse de manera lenta dejando caer cada prenda en el suelo. 

Noto como el agua ya estaba bastante humeante que no dudo en nada, se metió mientras soltaba un pequeño jadeo por el constante del agua caliente con su piel blanquecina fría, se empezó a tallar el cuerpo de manera delicada mientras veía que sus pequeñas pecas recorrían cada extremidad que tenia, además de que noto que cada vez sus curvas se hacían mas definidas eso si que lo hacia sonrojar a unos niveles que sentía como sus orejas se calentaban con tan solo pensar en eso. 

Siguió tallando su cuerpo para luego pasar a su cabeza, tomando todos los productos necesarios para poder lavar bien su pelo para que quedase suave y esponjoso como una nube de algodón, mientras lavaba su cabeza recuerdos de la tarde ayer se hacían presentes el como se había dado cuenta de que su mejor amigo estaba enamorado de el, mientras que el no sabia que responder ya que no se sentía nada atraído sobre esa persona. 

- ¿Qué haré si lo veo hoy? ¿lo ignoro? ¿actuó normal? ¿lo rechazo de manera suave?- Miles de preguntas se le hacían presentes con tan solo pensar en eso, se aclaro la cabeza para quitar todos los restos del champú y el acondicionador para cerrar la llave del agua.- No se que hacer en esta situación.- Murmuro de manera baja mientras dejaba salir un pequeño suspiro algo cansado mientras se ponía de pie y tomaba la toalla para empezar a secarse con calma. 

Al notar que ya tenia todo seco, salió de la habitación con la toalla enrollada en la cintura, camino hacia el escritorio para ir poniéndose el uniforme pieza por pieza mientras seguían esas preguntas atormentándolo de manera fugaz mientras que miles de respuestas negativas llegaban una y otra vez, no sabia que hacer ahora, tenia miedo que por culpa de su indecisión su amigo o peor aun que en la clase de danza expresara otra cosa, eso era lo que mas le asustaba. 

- Veré como lo solucionó.- Hablo para si mismo para coger su mochila color mostaza junto al pequeño neceser que usaba para sus clase de danza, se acomodo mejor su pelo para bajar por las escaleras y que el aroma a beicon frito con huevos hizo que golpeara en sus fosas nasales ocasionando que su estomago rugiera como un león enjaulado esperando para comer. 

Musical LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora