XXVII

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Katsuki al ver la pequeña escena con el pecoso junto al cachorro sonrió de manera sutil mientras que un pensamiento fugaz pasaba por su cabeza, el pecoso había aceptado ser amigos con derecho, entonces ¿lo tendría solo para el?, esa pregunta se había formulado en su cabeza ocasionando que su sonrisa se hiciera algo mas grande.

- Ouh Hades, tenemos que irnos ya a casa, se hace tarde.- Dijo el pecoso llamando la atención del cenizo quien se había dado cuenta que ya eran mas de las 22:00 de la noche y mañana tendrían clases.

- Oe Deku, me quedo en tu casa.- Fue mas una orden que una invitación, Izuku se quedo de piedra ante eso, tendría a su crush es su casa, bajo el mismo techo, respirando su mismo aire pero a su a lado, compartiendo habitación.

Miles y miles de escenarios se formaban en la pequeña cabeza del pecoso, por suerte divina no había empezado a murmurar como un loco, levanto su cabeza para mirar al cenizo a esos hermosos ojos escarlatas que podía sentir que lo desnudaban con tan solo posar esa mirada en su persona.

- ¿Deku?- Hablo el cenizo sacando al pecoso de sus pensamientos quien solo ladeo la cabeza como respuesta junto a su perro que también la había girado ante el llamado del cenizo a su dueño.- Se nota que os parecéis mucho.- Dijo el cenizo en tono de burla recibiendo un pequeño gruñido como respuesta.

Izuku soltó una ligera risa tierna mientras se levantaba de su lugar para mirar al cenizo quien copio la misma acción, ambos se miraron a los ojos para luego quitar la mirada de manera tímida, no sabían como actuar ante la presencia del otro, asique solo optaron por caminar en silencio, el cenizo lideraba el camino mientras que el pecoso lo seguía.

Siempre seria así, Izuku siguiendo un amor no correspondido, empezando a cegarse los ojos por el amor que sentía por el, mientras que el cenizo iba delante de el, ocultando en una coraza dura todo su amor que sentía por el otro.

Ambos sabían dentro de su ser que se aman el uno al otro de manera perfecta, incondicionalmente y sobre todo de manera sana, pero ninguno daría el paso por miedo al amor.

Los dos estaban tan metidos en sus pensamientos que no tardaron en llegar a la puerta de la casa de Izuku, la cual fue abierta por la madre del pecoso que ya tenia los ojos con lagrimas de lo preocupada que estaba por su pequeño.

- ¡Izuku!¿¡Donde habías ido!?- Chillo la mujer algo alterada pero se fijo que su hijo llevaba a su perro en brazos y estaba con uno de sus compañeros de clases.

- Saque a Hades a la calle y me encontré con Kacc- digo Bakugo.- Le explico de manera rápida el pecoso y vio como su madre se apartaba de la puerta para dejarlo entrar.- Además de que se quedara a dormir y ya mañana por la mañana se va a su casa a por las cosas de clases.- Dijo el menor con algo de calma y dejaba que pasara al rubio dentro de su hogar.

Katsuki entro con calma al hogar del pecoso e hizo una pequeña reverencia ante la madre del pecoso en forma de respeto.- Gracias por su hospitalidad, Señora Midoriya, soy Bakugo Katsuki.- Dijo el cenizo mientras mantenía la reverencia y se erguía para cerrar la puerta detrás de él.

- No es nada, querido.- Dijo la mujer mientras le daba una de las zapatillas que tenia en casa para los invitados.- Toma, ponte estas zapatillas y siéntete como en casa.- Le dijo con calma mientras iba hacia la cocina a preparar un poco de té mientras empezaba a servir la comida en varios platos para los tres.- Katsuki-kun ¿te gusta el katsudon?- Le pregunto la mujer mientras servía katsudon para su hijo quien había llegado como alma lleva al diablo a la cocina siendo seguido por su mascota.

- Sí señora, si me gusta.- Dijo de manera cortes mientras se acercaba a la cocina y veía como el pecoso ayudaba a la mujer a colocar los platos encima de la mesa, junto a varios vasos, cubiertos, servilletas y algunas bebidas que sacaba de la nevera.

- No me llames señora, dime Inko.- Le dijo la mujer mientras se sentaba en la mesa y soplaba un poco su alimento, pudo ver el rabillo del ojo el como su hijo babeaba mientras esperaba a que su plato de comida se enfriara.

Katsuki ante la petición de la mujer asintió de manera lenta para mirar hacia el pecoso quien contemplaba su plato con adoración y se hizo una nota mental de que el katsudon le gustaba mucho al menor que sonrió de manera disimulada.

La cena pasaba con calma en un agradable silencio, tanto Inko como Katsuki miraban de vez en cuando al pecoso el cual hacia caritas de satisfacción al sentir el como la comida de su amada madre llenaba su paladar ahogando sus papilas gustativas y bajaba de manera lenta por su garganta, era la mejor sensación que sentía cada vez que comía algo rico hecho por su madre.

- Katsuki-kun, ¿y que estudias?- Pregunto la mayor de todos mientras daba un bocado al katsudon que tenia servido en su plato.

- Estudio arquitectura, pero estoy metido en una banda para pasar un poco mas el tiempo libre.- Le explico el cenizo mientras disfrutaba de la buena comida de la madre del pecoso, pero aun le faltaba el toque picante que le ponía su madre pero aun así estaba bueno y lo disfrutaba de manera silenciosa mientras miraba de reojo como el pecoso seguía degustando los bocados que daba.

- Izuku, ¿y tu como llevas lo de Shind- No pudo terminar la frase ya que la mano del pecoso tapo su boca y la miraba con una mirada de tristeza haciéndola entender que no quería recordar mas.

Izuku quito la mano de la boca de madre y se volvió a sentar para terminar de manera rápida su cena, cogió su plato manchado de restos junto a sus cubiertos y vaso y los llevo hacia el fregadero (lavamanos o pila) para dejarlos en el interior con calma y subió de manera rápida a su recamara siendo seguido por su perro.

Musical LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora