La noche de mi cumpleaños se prolongó tanto, que la fiesta terminó hasta la mañana del día siguiente , incluso Alastair se fue a dormir y yo me quede bailando y bebiendo en compañía de algunos invitados que al igual que yo no querían detener la diversión.
El resto del día siguiente lo pase dormida intentando recuperar fuerzas de la noche siguiente.—Alteza—Emanuela me hablaba en un tono suave—Alteza.
—Dime
—El rey quiere saber cómo se encuentra
Me senté sobre la cama y bostecé —Bien ya tengo más energía—reí
—El rey pregunta si quisiera tomar una copa de té con el, ya que el ya ceno
—Puedes decirle que cenaré y después lo veré en el cuarto de ladrillo
— Si alteza
Me aseé y me aliste para tomar mi cena, posteriormente me dirigí al cuarto de ladrillo, un pequeño salón privado que contaba con pequeños sillones individuales forrados en una tela verde olivo de terciopelo, había una chimenea mediana y el techo era muy alto en forma de cúpula y su nombre se le atribuía a que estaba hecho completamente de ladrillos de un marrón casi oscuro.
—Alastair buenas noches
—Que bueno que viniste
No dije nada y solo le sonreí mientras tomaba asiento a un costado de el y el calor de la chimenea nos abrazaba.
—¿Quisieras té ? — Alastair bajo su taza de barro y pude ver aquel té de musgo que tanto gustaba a los castellanos.
— No gracias, aún no me he adaptado a su fuerte sabor
— Espero y algún día eso suceda— dijo mientras le daba un sorbo a su bebida—¿Que tal pasaste tu cumpleaños?
— Me la pase muy bien — le mire brevemente y después me enfoque en el fuego de la chimenea—Alastair quisiera hablarte de algo
—Dime
— Mi viaje a Andune—El no dijo nada y solo le dio un sorbo a su té — Después de aquella noche no volvimos a tocar el tema
—Sabes mi postura Oksana
— Lo se, solo quiero saber que todo estará bien entre los dos cuando yo me vaya
Guardo silencio por unos momentos y hablo—Todo estará bien, al fin y al cabo ya tomaste tu decisión ¿no es así?
— Así es—dije moviéndome a la orilla del asiento
—Entonces todo está bien
— Perfecto, me iré en dos días y Plutarch viene conmigo— al terminar mi frase me puse en pie y pase a un costado de su asiento
—Oksana
—¿Sí Alastair?
Me giré y vi que él había dejado de lado su taza y me veía con una mirada de preocupación.—Confió en que volverás
— Es una promesa— dije haciendo una leve reverencia con la cabeza.
Había llegado el día de partir, sujetaba mi capa roja para subir por la rampa del barco, ahi ya me esperaba Plutarch, salude de mano a los marineros y despues me pare a un costado de Plutarch a ver como es que los marineros bajaban las velas para hechar a andar el barco.
—¿Se despidio de ti?
—Solo me envio una carta esta mañana diciendo que me deseaba suerte
—No sabe que nuestro destino no es Andune ¿verdad?— Plutarch dejo de ver a los marineros y se dirigio a mi
—No, el piensa que iremos a hablar con Octavius, pero le pedí no diera aviso de mi visita a mi hermano
—¿Como es que estas segura de que estos hombres no te delataran enviandole una carta?
—Son hombres de Lukas, ellos solo le son fiel a el
—Buen aliado
Le sonreí para despues darme la vuelta y tocarle el hombro mientras me alejaba para ir a mi camarote. No paso mucho tiempo y el barco zarpo, aquella noche ni la primera semana pude dormir, me comían los nervios de saber que volvería al contienente al que tanto había anhelado volver, no volvía a casa, pero al menos me encontraba en el mismo pedazo de tierra.
—Necesitas dormir Oksana— dijo Plutarch entrando a la oficina que seria de Lukas
—Lo se, pero por mas que lo intento llega la noche y no puedo
—Pediré a la cocinera que te prepare algo especial esta noche para que puedas descansar gracias.
Me había puesto mi pijama y ya estaba lista para ir a la cama cuando tocaron a la puerta
—¿Diga su nombre?
—Soy yo Plutarch
—Adelante
Plutarch entro con una taza de porcelana en mano
—Te he traído la infusion para que duermas
—Gracias
Plutarch me la llevo hasta la cama y despues se fue. Me la tome poco a poco y cuando menos lo había pensado me había quedado dormida con la porcelana en la cama.
En mis sueños vi un bosque gris con altos árboles a mi alrededor, sentía frío pero era soportable, yo caminaba por los senderos, podía ver la una ligera capa de nieve cubrir la naturaleza que comenzaba a morir; mire mi ropa y llevaba un vestido guindo, apenas vería mis manos cuando desperté.
— ¡Oksana!
—¿si?—dije entre dormida
—¿Ya despertaste?
—Si— me puse en pie y le abrí la puerta a Plutarch
—¿Entonces si dormiste?
—Siento que muy poco
Plutarch hizo una cara de preocupación y me alzó la charola con comida
—Traje el desayunoLos días en el barco no fueron agradables, pues vivía una en un constante miedo y ansiedad; aún no podía dormir y si lo hacía me despertaba a la media noche, pasaba mis días caminando en la cubierta y las tardes ayudaba a escribir cartas a las cortes de los reinos que me recibirían, decíamos que había un enviado de parte de la corte de Castellis, pero no decíamos quién, así pasamos los días hasta que llegó la tarde en la que debíamos desembarcar.
—Alteza hemos llegado— dijo El Capitan quien poco a poco acercaba el barco al puerto de Zands.
Cada vez que me acercaba podía ver como una carroza de madera clara nos esperaba. Me puse mi capa y cubrí mi rostro lo más que pude, no podía dejar que nadie me viera antes que el rey.
—¿Todo estará bien?—me dijo Plutarch mientras me apretaba la mano
—Pase lo que pase no deben saber que se trata de mi
—Tranquila nadie sospecha
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ROSA INVERNAL Vol.II
General FictionAl ser embarcada hacia un nuevo destino, Oksana se enfrentará a eventos, que la volveran mas astuta y fuerte. Enfrentándose al amor nuevamente, ella podrá decidir si quedarse con los recuerdos del pasado o mirar hacia el futuro. Es este segundo vo...