Capitulo 23

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Habían pasado tres meses de mi regreso al castillo y hasta ahora había cumplido mi palabra, me había convertido poco a poco en lo que le había prometido a Alastair, una reina ejemplar. Asistía a todas las cenas y desayunos junto al rey, hacía apariciones en el pueblo para saludar a la gente y visitar distintas instituciones de beneficencia, incluso había aceptado acompañarle en la recepción del sultán de Izwe.

Después de la exitosa visita de Estado con el sultán, las cosas entre Alastair y yo al fin se encontraban en paz, aunque los dos nos tratabamos como simple conocidos, ya no existía esa terrible tensión que hubo a inicios del año.

Regresaba de tomar el te con algunas cortesanasa que poco a poco comenzaban a aceptarme pues Beatrice de la noche a la mañana había puesto a toda la corte en mi contra en especial a las mujeres, por qué supuestamente no era una mujer ejemplar castellana.
Para ir a los jardines interiores del castillo tenia que pasar por las oficinas del consejo y por supuesto por la del rey, por lo que caminaba por aquellos pasillos con pisos de cantera clara, cuando a lo lejos vi a Lukas quien caminaba hacia  mi; mis ojos no creían lo que veían que comence a caminar mas rapido hasta que lo reconocí.

—¿Pero cuando volviste?

—Majestad— dijo el hombre haciendo una reverencia.

Yo sin pensarlo y con la emoción lo abrace a lo que el respondio amablemente

—¿Dime cuando volviste?

—Llegue esta mañana

—Dime que noticias traes

—Pues si hay cosas que contar, pero me gustaría platicar mas a gusto y no en medio del pasillo majestad

—Si claro, dije mirando nuestro alrededor que poco a poco se llenaba de personas

—Te vere en el jardin secreto ¿puedes a las 8?

—Si ahí la vere

—¿Vienes a ver al rey?

—A si es— dijo haciendo una media sonrisa

—Bien, te dejo hacerlo— le agarre el hombro y le sonreí para despues pasar de su lado como dos completos extraños.

La tarde entera estuve anciosa por hablar con Lukas, pues necesitaba saber que estaba pasando en Nordulask.

Me vestí con tonos oscuros para mezclarme con los colores de la noche, caminaba entre las hojas de los arboles cuando lo vi, sentado en la fuente esperándome.

—Lukas!

—Majestad

—Dimelo todo

Lukas bajo la mirada, tomo aire y comenzo a hablar

—Me temo que no son buenas noticias

Me quede en silencio y solo pude morder mi mejilla por dentro, me encontraba asustada y nerviosa por lo que iba a escuchar

—Puedes decirmelo, soy fuerte

—El imperio se ha dividido por completo, al norte gobierna el rey Henrik y la reina Freyja, al sur esta el Rey Jaimich y la Reina Annia y la demas parte del reino pertenecen al rey Aleksi. Me temo que su país ya no es lo que un día fue

No podia creer lo que escuchaba que me lleve las manos al rostro y mis ojos comenzaron a humedecerse

—Solo queda una pequeña parte de Norduslak que se considera autonoma y es Mün, pero dicen que estan muy debilitados y pronto la perdran

—¿Que? — me sente en la fuente y comence a llorar pensando en que había pasado con mis alidado y amigos ¿habían muerto?

—¿Quien gobierna en Mün?

—El Jefe Wren

—Sigue vivo— me susurre

—Majestad todos piensan que usted murio

—¿Que?!—me puse en pie histérica

—Ellos ya no creen en niguna causa puesto que la ultima persona legitima al trono de Norduslak era usted, ellos creen que todos murieron

—Pero no es asi, siguo viva

—Ellos dicen que Aleksi dijo a todo el mundo que usted había muerto, incluso hay historias de como el enseño un cuerpo de una mujer por las calles de la capital y dijo que era usted

—Ese pedazo de mierdad —grite furiosa— Por eso no lucharon mas, por que creen que yo morí— dije llorando.

—Siento decirle todo esto mejstad

Necesito regresar y probarles que sstoy viva

—Pero majestad eso es muy pronto

—¿Pronto? mi hermano me tuvo cautiva por meses, más el tiempo que pase en altamar y aquí, llevo un año sin tener contacto con ellos

—¿Pero qué piensa hacer?

—Necesito dinero, una flotilla... necesito un plan— dije triste

—Aun tenemos tiempo podemos crear un plan para recuperar el imperio

—Asi sea lo ultimo que haga, Norduslak volvera a ser mio — dije limpiando mis lagrimas

Le pedi a Lukas que llevara estas noticias a Plutarch por la mañana y que en cuanto pudiera regresara a traerme noticias de el. Para distrarme aquellos días, acompañada de Claudia fui a pasar mis tardes en una casa para ancianos, donde platicaba con ellos y a  su vez ellos se entusiasmaban por tener una visita diaria de la reina.

De camino al castillo Claudia y yo platicabamos de que ya pronto llegaría la primavera y con ello mi cumpleaños, algo que no me tenía entusiasmada pues cumplir años me hacia pensar muchas cosas del pasado.

—Puede bajar alteza— dijo el cochero

—Gracias — baje y Claudia detras de mi

—Alteza ire a la cocina por un vaso con agua ¿gusta que le lleve uno a su habitación?

—Si y la cena, no ire a cenar con el rey y la reina madre

—Si alteza

Conitune mi camino un tanto cabizbaja pues no podía dejar de pensar en las malas noticias de Lukas. Caminaba con la mirada en el suelo cuando mire de forma rapida arriba para ver si ya estaba cerca de la habitación, cuando vi a Lukas

—Lukas—grite, casi que corrí hasta el y sorprendido solo abrio sus ojos como dos platos —Dime, que noticias tiene

—El mando una carta

—¿Pero como lo viste con las noticias?

—Todo esta en la carta majestad

—De acuerdo Lukas la leeré, gracias— Lukas parecia mirar por detrás de mi

—Bueno es mejor que siga mi camino

Yo lo detuve sujetandole el antebrazo— Espera— el me vio a los ojos y detuvo y su paso

—Dígame alteza

—Como ahora no puedo ir al palacio de Lalitia significa que no puedo hablar cara a cara con Plutarch, necesito que seas mi mensajero, a nadie mas puedo encargarle esta tarea

—Esta bien, lo hare majestad

—Gracias— solte su mano y el siguió su paso en silencio.

ROSA INVERNAL Vol.IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora