Capitulo 1

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PASADO
¿BFF...o BF?
                                                                      Septiembre

Lali

No siempre he estado enamorada de Pedro Lanzani, estaba enamorada de su hermano menor, Pablo, en primer lugar.

Pablo fue mi primer gran amor, mi primera vez en todos los sentidos.

Crecí al lado de los Lanzani. Pablo y yo éramos de la misma edad, nuestras madres nos dieron a luz en el mismo hospital, a dos habitaciones de distancia, a dos días de distancia. Pablo era el mayor, para mi irritación. Sólo por dos días, pero eso fue suficiente para que Pablo se aprovechara de ello y se burlara de mí sin piedad. Jugamos en el mismo Pack-N-Play en casa de su madre cuando éramos bebés. Compartimos bloques y muñecas (Pablo jugó con muñecas tanto como yo hasta que tuvimos tres años o así, y con esto me burlaba de él sin piedad). Aprendimos a montar en bicicleta juntos, mi padre nos enseñó a ambos debido a que el señor Lanzani era miembro del Congreso y no estaba mucho por aquí. Estudiábamos juntos, hacíamos los deberes juntos. Éramos los mejores amigos antes que nada. Simplemente supusimos que terminaríamos juntos, pienso.

No fue planeado, no necesariamente, sólo... lo supusimos. Su padre, emergente congresista; mi padre, el director general y empresario de éxito. Que sus hijos estuvieran juntos sería maravillosamente perfecto, ¿no? Bueno, duh. Quiero decir, sé que suena arrogante, o lo que sea, pero es la verdad. No soy perfecta, obviamente. Tengo algunos defectos. Soy un poco ancha de caderas para mi estatura y mi busto es un poco demasiado grande para mi cuerpo, pero lo que sea. Sé el aspecto que tengo, pero te juro que no soy vanidosa al respecto.

No estábamos al tanto de estas suposiciones hasta nuestro segundo año. Habíamos sido amigos hasta ese momento, los mejores amigos, pero sólo amigos. Nunca fui del tipo de chica "loca por los chicos". Por un lado, mi padre conservador no lo habría permitido, y por otro, no tuve permitido tener citas hasta que cumplí dieciséis años. Así pues, la semana después de mis dulce dieciséis, Jasón Dorsey me invitó a salir. Jasón es el segundo candidato después de Pablo en mi lista de perfección completa. Es rubio cuando Pablo tiene el cabello moreno, es más voluminoso del tipo musculoso cuando Pablo es delgado, bajo, con gracia, y Jasón no es tan inteligente o encantador como Pablo, pero en esto no puedo no ser objetiva.

Ni siquiera lo dudé cuando Jasón me preguntó si podía llevarme a cenar después de la escuela. Quiero decir, duh, ¿no? Casi todas las chicas de mi escuela secundaria soñaban con que Jasón y Pablo le pidieran salir, y yo era la mejor amiga de Pablo, y tenía una cita con Jasón. Él me preguntó en mi casillero, que siempre era un lugar muy concurrido, así que fue una cosa pública. Todo el mundo lo vio y, déjame decirte, que todas estaban muertas de celos.

Me encontré con Pablo en su trucado Camaro después del sexto periodo como siempre, y salimos con los neumáticos chillando. Pablo solía conducir como si estuviera en una persecución policial, pero era un piloto muy hábil, por lo que nunca me asusté. Su padre se había asegurado de que Pablo diera unos cursos de conducción defensiva con un agente del FBI real, por lo que Pablo podría conducir mejor que la mayoría de los policías locales.

— ¿Sabes una cosa? —pregunté, emocionada mientras Pablo se desviaba por una gran curva hacia la izquierda por la carretera de tierra que conduce a nuestro barrio. Pablo me lanzó una mirada elevando una ceja, así que lo agarré del bíceps y apreté, chillando—. ¡Jasón Dorsey me invitó a salir! ¡Me va a llevar a cenar esta noche!

Pablo casi se salió de la carretera. Apretó el freno, haciendo girar el coche derrapando sobre el camino de tierra que llevaba a nuestras casas. Pablo se retorció en su asiento de cuero, apoyando un brazo sobre el reposacabezas de mi asiento, con sus ojos marrones ardiendo.

La calma que necesitaba Donde viven las historias. Descúbrelo ahora