Capitulo 9

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Fantasmas; Una respiración a la vez
Lali
Cada fibra de mi ser está gritándome. Soy líquido en sus brazos. El fuego arde en mis venas. La culpa y la tranquilidad se propagan con furia por mi cerebro, rebelándose.
Se lo dije. Le dije mi culpabilidad secreta a Pedro. Lloré. Lloré durante horas. Horas y horas. Ni siquiera sé durante cuánto tiempo. Y Dios, se sintió bien. Pero la culpabilidad seguía. Sé que es ridículo. Lo sé, pero maldita sea, no puedo deshacerme de la culpa.

Y ahora, todo se complica un millón de veces con los fuertes brazos de Pedro envueltos a mí alrededor.

Dios, todavía no puedo comprender la pura, salvaje y masculina gloria del hombre. No lo había visto en dos años y luego lo ví en un banco cantando esa canción y, en ese tiempo, él había crecido. Duro. Había sido una bestia en el funeral, estirando las mangas de su chaqueta.

¿Ahora? Santo infierno. Mi boca se secó como un desierto cuando lo vi actuar en las calles, fuera de Central Park. Pelo negro como la tinta baja alrededor de sus ojos, encrespándose sobre su cuello, sucio, desgreñado, perfecto. Sus ojos, esos que no habían cambiado, zafiros atravesándome el alma. ¿Pero su cuerpo? Oh Dios, oh Dios... Oh Dios mío.

Los tatuajes convierten su torso en un mural viviente, poesía escrita a lo largo de sus costillas, un dragón en su hombro derecho exhalando fuego de caracteres japoneses, el fuego extendiéndose como un reguero de pólvora por su espalda y desapareciendo en un sol dorado en su columna vertebral, una apariencia algo arcaica, como la rosa de los vientos, casi. Una chica de revista en su brazo izquierdo, más letras escritas en su costado opuesto, parece latín. Notas de música dispersas en ambos antebrazos, estrellas, soles, calaveras y huesos, cruces de hierro mezclaban y combinaban y lo unían todo. Él es una obra maestra de arte sobre la piel. Una obra maestra de musculatura masculina abultada, dura, fuerte y enorme. Es terrorífico. Una fuerza de energía violenta, cruda brutalidad. Él destruyó a Benjamin. Recibió duros golpes en el proceso y parecía completamente imperturbable por la nariz rota, los golpes en las costillas y el pecho, los cortes de su cara. Benja era un monstruo, y Pedro lo destrozó fácilmente.

Era la cosa más caliente que había visto en mi vida; la cosa más espantosa que jamás había visto. La furia de Pedro era una cosa primaria, tan espesa y caliente que se podía sentir en el aire. Sus ojos eran los de un frío y calculador guerrero, aterrorizando la furia helada.

Soy completamente incapaz de resistirme a él. Él me quiere pero no va a ceder. Lo que entiendo, de verdad. Es el hermano de mi novio muerto. Eso está simplemente... mal.

¿Cómo se conocieron? Oh, nos encontramos en el funeral de su hermano. Su hermano pequeño, mi primer amor.

Impresionante.

Pero es... estoy segura con él. Me saca la verdad. Me quita el dolor. Pedro conoce el dolor. Está íntimamente familiarizado con él.

Vive con él. Con la culpa. Pedro tiene secretos y yo quiero conocerlos todos ellos.
Quiero su boca en mí. Sus manos sobre mí. Lo necesito. Me hace sentir viva. Segura. Protegida, atesorada. Pedro matará, literalmente, a cualquiera que me haga daño. Casi mata a Benjamin. Podría hacerlo, en realidad.

No quiero saberlo.

Quiero saber por qué Pedro está sólo en Nueva York cuando su padre es un congresista. Por qué se vio obligado a volver a las peleas de boxeo callejeras para sobrevivir. Por qué fue a parar a una pandilla.

Quiero saber por qué Pedro no me besará. Por qué siempre se aleja, por qué cree que no es bueno. Que no es bueno, cuando él es la persona más increíble que he conocido. Tan talentoso. Su profunda, grave y ronca voz, su manejo de la guitarra demente, su pasión, cuando lo hace.

La calma que necesitaba Donde viven las historias. Descúbrelo ahora