Con una ira acumulada cerré fuertemente la puerta de mi cabaña. "¡Por que justo tenía que pasar esto ahora!" gritaba a los cuatro vientos a la vez que daba unos cuantos golpes a mi escritorio haciendo caer algunos en el proceso.
Una simple llovizna, algo normal que toleraría. Pero una fuerte lluvia con vientos también muy fuertes, era algo que nunca deseaba.
-Deberías calmarte un poco niña, solo es una fuerte lluvia. - El fantasma debajo decía viendo mi estado de ánimo.
-Lo sé fantasma, lo sé..... - proseguí después de hacer la muy conocida técnica de respiración para calmar mi mal humor. - Solo es que.... tenía algo planeado algo muy importante el día de hoy....
-Ah ¿si? - mostraba su interés - ¿cuál es ese algo importante?
Agarré un libro mientras me acercaba a él - Tenía que ir por esta pequeña flor el día de hoy pero....
-Espera Erizo, esas son las mismas flores que recolectaste la vez pasada... - aún confundido habló -...¿Por que quieres ir otra vez por ellas?
Recordé que tenía las necesarias para hacer un hechizo muy importante que quería poner en práctica, pero una pequeña parte de esas flores tuve que entregar a ese nuevo amigo de Oscar, se veía muy alegre ver esas flores, obvio, eran especiales y difíciles de encontrar.
-La volví a ver y observé qué la cantidad que recolecté no es suficiente para hacer ese tipo de hechizo - respondí a su incógnita.
-Ajá, entonces debido a lo anterior y por lo que decís ahora. - prosiguió - ¿Este hechizo es muy importante para ti?
-¿Emmm si? - se me hacía raro esa pregunta -... solo es un simple hechizo qué quiero probar.
- Mientes.
- ¿Yo? ¿Mentirte? - mientras disimulaba mi nerviosismo mirando ambos lados.
Unos segundos después volví a verlo para solo observar como aquel fantasma traía consigo mi diario qué había caído cerca a él caundo los tiré al suelo por mi malestar de hace poco.
-¡Oye suelta eso!
De una manera brusca se lo arrebaté para cubrirlo con todo mi ser. - No puedo creer que aún lo sigas haciendo. - Estaba muy enojada - Nunca leas los secretos íntimos de una dama.
-No hubo nada de mi interés. Al menos, salvo dos cosas....
Le di la espalda para ocultar mi diario en un lugar donde el no pudiese ver - Entonces guárdatelos y no le digas a nadie, chism...
-¿Los pasteles a que sabían? - me detuve al escucharlo, había leído lo que había sucedido ayer.
-A nada fantasma...a nada.
-¿Y que hay de esa roca? - en verdad, era más chismoso de lo creí.
-Habrá sido un solo deslicé, capaz la roca habrá estado apenas, por eso vino en picada.
-¿Y los pasteles?
-Seguro un campista haya querido pasarse de gracioso y jugarme una broma del momento.
-¿No quieres saber quien quiso jugarte la broma?
En su voz se veía interés por todo lo que acababa de comentar mientras los sonidos fuertes del viento y el cielo escuchar retumbar, truenos se acercaban a la isla.
-La verdad no. - Fui sincera y directa - No estoy para estar haciendo investigaciones y jugar hacer un detective del siglo XIX. Tengo otras actividades.
-¿Y que tal si es la misma persona la qué está implicada en ambos eventos?
-Aun así no lo haría, ya te lo dije. - lo volví a repetie - NO ESTOY INTERESADA.