Capítulo 21.

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"Cuando has muerto tantas veces, no te mata cualquier puñalada ni cualquier disparo." 

-Benjamín Griss

Maia había caminado por horas, o al menos así se sentía para ella. Las hojas secas de tonalidades naranja, café, rojo y amarillo crujían bajo sus pies ahora descalzos, no recordaba el momento exacto en el que decidió deshacerse de sus botas, lo único que recordaba era lo mucho que odiaba esos zapatos por el terrible dolor que le causaban.

La chica decidió sentarse en el piso, la cabeza le daba vueltas, pero se sentía muy delgada divertida.

-Maia ¿Qué haces tan tarde sola?- una voz llegó atrás de ella.

-Blake, tranquilo, apenas son las ocho-respondió encogiéndose de hombros y levantando la mirada para ver a la persona frente a ella.

-No, ya son las nueve con treinta- dijo mirando su teléfono.

-Ups, ya es tarde- rió para después prender su tercer cigarrillo, el ultimo de la cajetilla.

-Maia, estas ebria-afirmó.

-Solo fumo, no tomo.

-Mientes.

-Es en serio- rió de nuevo.

-Maia, hueles a alcohol.

-Bueno si, solo un poco-se recargo contra el gran árbol a su espalda, cubriéndose con su gran sudadera.

-¿Cómo conseguiste el licor?

-Un tipo llamado Will me la obsequió, que lindo detalle de su parte ¿no?- Sonrió somnolienta. 

-¡Demonios Maia! Will es aliado de Tate, él es uno de los que me tenía amenazado.

-¿Y?- respondió la chica encogiendo los hombros- no se veía como un matón, en realidad era muy guapo.

-Maia, dame la botella de alcohol-esta se la dio inconsciente de la situación-.Esto no es solo una lata de cerveza es mucho más fuerte de lo que crees.

-Oh, no esta tan mal, me siento bien.

-Maia todo está mal, estas más que ebria, eres inconsciente de lo que haces, y además estas en este boulevard asqueroso. Prácticamente t drogaron para que cayeras en alguna trampa.

-Me gusta este boulevard, es lindo.

-Ven, vamos a levantarte y llevarte a casa- Blake trató de cogerla por los brazos pero no tuvo éxito pues volvió a caer. Finalmente logró ponerla de pie para poder sacarla de aquel lugar.

-Ustedes de ahí ¿A dónde van?- definitivamente era la voz que más odiaban.

-No te importa Tate, lárgate- las palabras salieron de la boca de Maia sin siquiera pensarlo.

-Solo déjanos ir- respondió el chico que sostenía a Maia tratando de mostrarse tranquilo y sin nervios.

-No tú niño inútil, tú te irás y la muñequita se queda conmigo.

-No, no lo hará- Blake escudó el pequeño cuerpo de Maia tras el suyo.

-Maia ¿verdad que te quedaras conmigo?-preguntó el mayor de los presentes.

Sabes que es mejor quedarte conmigo. Dijo Tate en la mente de Maia.

-Me quedare con él, Blake.

-Pero Maia...

-Ya dijo lo que quiere- interrumpió Tate.

-No, ella no quiere, sigues invadiendo sus pensam...

-Blake no seas estúpido y lárgate- contestó Tate con un tono amenazador.

-No, ya te dije que no lo haré.

-Está bien, si tú lo quieres así.

Repentinamente, Tate empezó a golpear a Blake. El chico solo pudo darle unos cuantos golpes, pero no pudo defenderse más, estaba debilitándose por la fuerza de los golpes de Tate. El amigo de Maia estaba siendo masacrado y ella solo lloraba y pedía ayuda a gritos, pero ninguna de las almas que estaban en el lugar la atendía, ni siquiera Alex o Evan ¿En dónde demonios estaban?

Maia intento separarlos pero al hacerlo, un golpe que era para Blake, terminó dirigido a ella, haciéndola tambalear y caer al suelo, golpeándose la cabeza con la banqueta.

***

Maia despertó con un gran dolor de cabeza en una pequeña casa del árbol sentada, amarrada con las maños hacía atrás; observó el lugar, en una esquina vio a una persona con aspecto devastador y al parecer era...

-¿Blake?- preguntó con voz temblorosa.

-Maia- respondió el chico con dificultad- ¿Te encuentras bien?

Claro que no lo estaba, pues el chico se encontraba con su ropa llena de sangre, moretones por todo su cuerpo. Su ojo izquierdo morado e hinchado. Era absurdo preguntar si se encontraba bien.

-Si... ¿Qué pasa?

-Tate nos tiene secuestrados-tosió y sangre salió disparada de su boca.

-Oh...-Trato de buscar una ventana para poder gritar y pedir ayuda,pero no encontró ninguna y no había manera de que alguien la escuchara. Necesitaba llevar con urgencia al hospital.

-No hay forma de salir de aquí.

-La habrá, lo prometo.

-No prometas cosas que no podrás cumplir-cerró los ojos con dolor. Lagrimas comenzaban a salir de sus ojos. A Maia le sorprendió verlo así. Tan débil y vulnerable. Nunca lo había visto llorar y eso a ella, le rompió el corazón.

-Te llevaré al hospital, veré la manera de hacerlo-Maia pensó en la mera de escapar e ir en busca de Matt o de algún otro amigo, pero de inmediato se arrepintió, no podía y no quería ponerlos en riesgo.

-Maia, creo que estamos condenados a morir aquí- dijo Blake suspirando, aún con lagrimas brotando de su adolorido rostro.

-No encontraría la diferencia.

-¿A qué te refieres?

-No creo que este lugar sea tan diferente a la vida real, aquí sufro, allá también sufro, es lo mismo. Ya me siento muerta.

✖Boulevard De Los Sueños Rotos✖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora