A las 12

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Entre las penumbras de mi absorta existencia y de mis sueños carentes de un poco de cordura, tu sonrisa me deslumbra y tus manos temblorosas se aproximan a atraparme pero despierto otro día bajo el manto inexistente que recubre los ocasos y me lleva al extremo de las noches gélidas de primavera a mirar la oscuridad y pedirle a la nada que aparezcas de una vez con tu fría mirada.

Me pregunto diariamente ¿te serviste tu café? Con tres de azúcar blanca sentado sobre tu cama tocando la guitarra melodías odiosas que casi escuchar y esta escena casi la puedo ver como una fotografía, luego levantas la mirada hacia el techo ya finalizando tu rezo mañanero...¿Cómo habrás dormido? Si tras fumar un cigarro te revuelcas de dolor con tu pasado que te aqueja y este futuro te condena... ven visítame, te espero a las 12 bajo las nubes grises y nos vamos en el sueño a donde tú y yo sí que nos entendemos.

Tras atravesar todo Pompeya de rodillas, entre piedras filosas y polvo de estrellas, mi piel sangra como si la estuvieran atravesando mil alambres.

A la lejanía sobre la montaña te veo observando la escena dantesca mientras te tomas un whisky con hielo, me sonríes tan demente como siempre y me haces señas con tu mano derecha apuntando que es ahí a donde debo llegar, en el olimpo no reciben dioses sin pasar por el umbral de tus alas rotas.

Yo ya estoy casi llegando, mi cuerpo arrastrado se está desmoronando, creo que la he re mil cagado porque de carne y piel solo queda en mi rostro, el resto está tirado y siendo llevado en boca de los cuervos, pero mientras esto ocurre mis huesos se aferran a la idea de la vida eterna.

Te terminaste el vaso y yo estoy aquí tirado, la peor escena que mi mente ha plasmado en estas hojas de papel con tinta dorada, bien griega, bien histórica y bella.

-¿Dónde estoy ahora? Solo veo oscuridad y una que otra luz que está pasando por este túnel

-Vamos a ver a Hades, se que le debes más de una explicación y yo robe tu alma para ganar mi salvación. Como lo siento pequeña Hada.

Estoy siendo arrastrada por las almas del infierno mientras mi captor está danzando con los cuervos. Se salvó.

Hades me abraza de una manera cálida y me dice mira pequeña hada, la justicia es algo que no practico pero se que tu alma vale más que la de ese ladron y te permitiré vivir conmigo en las sombras de mi amor, porque me demostraste que el perdón del perdedor es más fuerte que la venganza que acabo de sentir en tu corazón.

Desde ese dia el tirano saqueador esta intentando escapar de su prisión donde esta lleno de riquezas en las puertas pero su mente es tan densa que no logra ver que la puerta siempre a estado abierta solo que si mueve una pieza perderá lo único que lo puede salvar en el mundo de los humanos y yo estoy bebiendo un café junto al dios más cruel de la mitología, salvándome de una vida de tortura de amar a un pícaro ladrón un poco estúpido y tonto.

Cuentos y otras historias locas... tambien algunas en drogasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora