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Meses después.

Jimin había entrado a la universidad, el pequeño omega fue aceptado en la carrera de Ciencias Forense y aunque sus padre no les gustaba mucho esa carrera para su hijo, al final terminaron por aceptarlo y apoyarlo en todo

El cumpleaños de Jin estaba cerca.

Literalmente a la vuelta de la esquina, faltaban tan solo tres días para el cumpleaños número veintitrés de su hermano, Jimin tenía todo listo junto con Namjoon y Jungkook.

Entre los tres habían planeado una gran fiesta, digna de Jin.

- Voy a terminar con el cuello torcido, si no te separas de ahí.- habló Jimin riendo.

Jungkook no tardaba en tener su celo.

El omega lo sabía, podía sentirlo. Además, de que el alfa parecía no querer hacer otra cosa que no fuera estar pegado a su cuello.

- Hueles más dulce.- susurró Jungkook ignorando lo que había dicho el más pequeño.

Jimin rió sonrojado.

- Como tú digas.- susurró.

- En la fiesta, no te alejas de mí.- dijo el alfa haciendo más fuerte su agarre en la cintura de su omega.

Jimin tenía miedo, no iba a mentir, sabía que el celo de Jungkook podía presentarse en cualquier momento y no sabía que sucedería con ellos, si sus celos se volvían a sincronizar.

Ellos no han estado sexualmente juntos de una manera en la que Jimin recibiera el nudo de Jungkook, pero él lo quiere, pero han hablado varias veces del tema y eso no iba a suceder hasta que ambos se encuentren totalmente listos para eso, mientras tanto se la han arreglado para ayudarse entre sí en sus celos, digamos que el omega está acostumbrándose al dolor de su quijada y su voz rasposa al día siguiente de haber ayudado al alfa en su celo.

Y bueno, los celos del omega no eran tan malos tampoco, Jungkook se encargaba de hacerlo sentir bien y calmar su dolor de diferentes maneras.

En el último celo del omega, Jimin le dió un tremendo espectáculo al alfa.

Jimin se colocó unas lindas bragas de algodón de color amarillo y montó el juguete que le compro Jungkook para pasar sus celos, frente a él.

El alfa se masturbó como nunca lo había hecho en su vida, mirando cómo el pequeño castaño buscaba su propia liberación, follándose a él mismo con el consolador, como su piel caramelo brillaba por el sudor haciéndola lucir más deseable a los dientes del alfa, su rostro sonrojado y labios hinchados.

- ¿Y qué harás para qué no me aleje de ti?- preguntó divertido el omega riendo.

Jungkook rió igual.

- No me retes omega.- susurró dejando un beso en sus clavículas antes de separarse de él.- Te ves precioso, bueno, siempre lo haces.

- Basta Jungkook.- dijo Jimin sonrojándose aún más.- Debo ir a la casa de Taehyung para invitarlos a él y a Yoongi a la fiesta.

- Puedes llamarlo.- propuso el rizado.

- No.- negó con la cabeza sonriendo.- Quiero verlos. Su bebé debe de estar muy grande.- sonrió.

Jungkook gruñó.

El rizado seguía sin superar el hecho de que Yoongi había marcado a Jimin esa vez, por lo mismo siempre que veía a Yoongi, Jungkook le gruñía y Taehyung solo se podía reír de eso.

- ¡Ya llegó el rey de la casa!- gritó Jin entrando a la casa.

Jimin rió.

- En unos días en mi cumpleaños y quiero que me traten como el rey que soy.- bromeó el rubio.

𝐀𝐋𝐅𝐀 𝐄𝐒𝐓𝐔́𝐏𝐈𝐃𝐎 ━━━ 𝗞𝗢𝗢𝗞𝗠𝗜𝗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora