Capítulo 15

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Zhan había llegado a salvo a la mansión, fue recibido por varios guardias que estaban al tanto de todo.

Al entrar en la mansión fue con Yuan a la habitación para bañarlo y cambiarlo de ropa. Cuando el cachorro estuvo listo lo hizo dormir diciéndole que cuando despierte seguramente su abuelo y su papá.

Cuando se durmió Yuan, el Omega fue a darse una ducha en la bañera, todo iba bien con su baño de relajación pero empezó a sentir las contracciones aún más fuertes de las que normalmente tenía.

⸻ No...Nooo ahora no.⸻ Lloró Zhan mientras tanteaba su entrada para ver si era verdad. Y al asegurarse jadeó. - ¿Por qué? Yo quería tener un parto en el hospital, con atención médica, con una habitación lujosa...

Zhan lloraba mientras se sostenía de la bañera. Echó su cabeza hacia atrás mientras inhalaba y exalaba en pausadas ocasiones.

Necesitaba a Yibo, necesitaba que su alfa lo saque de allí y lo lleve a un hospital o algo, no llamaría a un guardia, Yibo sería capaz de matar al pobre muchacho que lo viese desnudo.

Al paso de unas dos horas Zhan empezó con el labor de parto. Ante sus gritos un guardia se acercó a la puerta y la golpeó con fuerza.

- ¿Señor?...¿Se encuentra bien?.

- M-...No, llamen a Yibo y también a...A un doctor. - Estaba aguantando demasiado.

Y entonces todos los guardias se movieron rápidamente, mientras el Omega en aquel baño gritaba.

Pero quizá era algo tarde para llamar a una partera pues Zhan ya sentía la cabeza de uno de sus niños y entonces nació el primero.

Zhan lloró al tenerlo en brazos, y el no bebé también lloró por reflejo. Los guardias que anteriormente se estaban moviendo como locos se quedaron estáticos al escuchar el llanto de un bebé.

El Omega reaccionó de golpe mientras sostenía a su hijo y pujaba para que el segundo nazca. Solo bastaron unas cuantas pujadas para que nazca una linda cachorra, quién igual que su hermano lloró por reflejo.

(...)

Horas antes...

Yibo recibió una llamada de sus hombres mientras caminaba hacia su auto. Al atender uno de ellos le avisó que su Omega estaba dando a luz a los cachorros y que también una doctora iba en camino.

Pero justo cuando el iba a dar una orden otro alfa habló dando aviso que un cachorro había nacido.

Yibo gruñó y mandó al carajo todo, se cambió rápidamente de camisa y se subió al auto para poder conducir a toda velocidad hasta la mansión.

Internamente se arrepentía de tener aquella mansión a tres horas desde su casa en Beijing.

También maldecía no haber tomando un auto más rápido.

El viaje no le tomó tres horas pero dos horas al menos sí, pero cuando llegó a aquella casa no le importó dejar el auto encendido y con la puerta abierta, lo único que quería era llegar a ver a Zhan y a sus hijos.

Al entrar a la casa se escuchó el llanto de un bebé.

- Es el segundo...- Un alfa comentó completamente emocionado mientras que sus demás compañeros lo miraban con una ceja alzada. - Yo sí soy padre y sé lo que se siente, si ustedes no, es su problema. ⸻ Se cruzó de brazos mientras volvía a su postura seria.

Yibo les dió una mirada rápida para luego correr hacia donde estaba Zhan. Por medio del lazo se estaban comunicando.

Al llegar, el alfa vio a Zhan con dos bebes en su pecho, las lágrimas se acumularon en sus ojos y bajaban lentamente por sus mejillas, se acercó con cautela y miró a los bebés y a Zhan.

- Eres muy fuerte, amor. - Dijo para luego darle un beso en la frente.

- Es un niño y una niña...- El Omega miró a su alfa con orgullo.

- Una niña...Y un niño.

Yibo estaba completamente emocionado, pero eso no hacía que olvide que ellos aún tenían el cordón umbilical y que necesitaban atención médica. Aunque ni siquiera tuvo que ordenarles a sus hombres que lo hicieran pues cuando se iba a dar la vuelta una manada de doctores y enfermeras ya estaban en el pasillo.

- Señor...- Un beta hizo reverencia. - Los mandamos a llamar para que atendieran al señor Xiao y a los cachorros.

El alfa asintió y dejó que ellos hagan su trabajo. Primero cortaron el cordón umbilical de los cachorros y los llevaron a una habitación para que sean revisados, y por otra una doctora se encargaba de ver si estaba todo en orden con Zhan.

Y cuando terminaron con eso trasladaron al omega a una habitación para poder revisarlo mejor y ponerle algo de ropa, al igual que los guardias quienes parecían tías chismosas, aunque eran buenos hombres.

En cuestión de segundos ya estaban con mucha ropa de bebé y también juguetes.

- ¿De dónde sacaron eso?. - Yibo estaba descolocado.

- Fuimos a comprarlo, señor. -  Sonrieron felizmente.

Yibo boqueó como un pez fuera de agua e hizo una reverencia hacia sus nombres, quienes al ver eso se alarmaron y le dijeron que no era necesario que hiciera tal cosa.

- No, estoy realmente agradecido con ustedes por lo que hicieron por mis cachorros. - Nuevamente hizo una reverencia.

Y ninguno allí creyó jamás que tendrían al emperador de una mafia tan grande haciéndoles una reverencia justo a ellos que no eran más que simples peones.

(...)

Al llegar la noche Wangji llegó a la mansión, venía con una cara de cansancio total que cambió cuando vio a su cachorro parado en la puerta de la mansión junto con un guardia.

El alfa corrió rápidamente hacia su hizo y se arrodilló frente a el para abrazarlo. - Mi alma...Mí bebé. - Dijo mientras dejaba varios besos en las mejillas de su hijo. - No tienes ningún rasguño.

- No papi...El abelo ya tiene bebés. - Comentó feliz.

- Oh...- tomó a su hijo en brazos y se dirigió hasta dentro de la mansión.

Al entrar vieron a muchos guardias hablar de lo lindo que eran esos cachorritos.

Wangji subió las escaleras y caminó hacia la habitación en donde estaba su padre y también Zhan, al entrar no podía creer lo que vió.

Wang Yibo estaba llorando mientras miraba a sus hijos.

(...)

Mafia WangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora