Mafia Wang

Capítulo 3

Al llegar la noche en la casa Wang llegaron Wangji y Yuan, Wangji llegó algo cansado y el pequeño alfa pues con todas las energías.

— ¡Abuelo!, ¡Abuelo!. — Gritó mientras corría hacia la sala en donde sabía bien que su abuelo lo esperaba.

— Volviste, panterita chiquita. — Se acomodó en el sofá para luego tomar a su nieto en brazos. — ¿Te divertiste?. — El cachorro asintió y el alfa mayor miró a su hijo tirarse en el sofá individual.

— Que energía tiene este chiquito, Dios. — Suspiró derrotado.

— Y eso que aún no sabe transformarse. — Dijo Yibo en tono burlón mientras acariciaba los cabellos de Yuan el cual estaba con su rostro escondido en la glándula de fermonas de su abuelo.

— No, no, ni me digas. Preferiría que fuera, no sé un...Un...Una serpiente como esa que tienes tu ahí. — Suspiró echando su cabeza hacia atrás.

— Sí, pero no quieras que se te enrrosque por el abdomen cuando estés dormido.

— Es lo de menos, no creo que me haga daño, es mí hijo después de todo.

— Hubieras conseguido a una Omega serpiente pero no, a fuerzas querías a esa pobre mariquita, si Yuan fuera una mariquita no lo encontrarías nunca. — Soltó una carcajada. —Con lo travieso que es tu hijo es probable que se meta entre tus ropas o en las cajas con paquetes de droga.

Wangji se quedó pensado un momento y luego habló. — Zhan es un omega de Libélula.

— ¿Mhm?. — Yibo estaba sorprendido.

Había visto varios omegas de distintos animales, de hecho la madre de Wangji era una Omega serpiente. Pero en su vida había visto un Omega Libélula. Aunque hay una primera vez para todo. ¿No es así?.

Cada vez eran más nuevas las especies de alfa y omega que aparecían, normalmente las "nuevas especies" salían de los bosques ya que se cansaban de vivir en las tribus de dónde nacieron.

Recuerda que tan solo era un cachorro cuando vio a un omega tiburón salir del agua, se asustó en demasía cuando lo vio transformarse en un chico realmente lindo.

Los alfas y omegas se distinguen por su aroma así sean de cualquier animal, es por eso que se logran distinguir de animales salvajes o domésticos.

Apareció un guardia alfa y le habló al oído a Yibo quien oscureció su mirada. — Llevate a Yuan. — Le entregó al cachorro y luego miró a su hijo. — Es Chao.

Wangji entendió eso por lo que se acomodó en el sofá mientras que Chao ingresaba a la sala.

— Wang. — Sonrío el alfa con burla. — Es bueno verte por aquí.

— Querría decir lo mismo por ti, pero la verdad no me agrada verte. ¿Qué quieres?. — Habló seriamente.

— Quiero LSD. — Dijo yendo directo al punto de la conversación.

Wangji elevó una ceja. El LSD era muy difícil de conseguir y muy caro, puesto a que es mayormente conocida como un ácido, es una sustancia psicodélica semisintética que se obtiene de la ergolina y de la familia de las triptaminas produciendo efectos psicotrópicos.

— Sabes que es muy caro y que tú especialmente no eres de los que pagan mucho. — Yibo habló tranquilo aunque en su aroma se notaba la molestia.

— Te juro que te pagaré, ¿Cuánto quieres?. — Rogó Chao.

— Dos mil millones de dólares y no bajo. — Yibo sabía que no era así de cara pero por ser Chao le sacaría todo el dinero que quiera.

— Te los pago, los tengo aquí. — Levantó el maletín que traía en la mano. Lo abrió y le mostró los billetes verdes al alfa mayor.