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Capitulo 6 - Prefectura de Miyazaki

Al ver a ese sujeto no me dió buena espina así que ignoré lo que había pensado hasta entonces y corrí tras ellos, no debía dejar que Ai estuviera con un sujeto así; pero no los pude encontrar y me tuve que dar por vencido.

Al siguiente día fui a la empresa de mi padre para trabajar como aprendiz; mi padre sólo me dió un recorrido por el lugar, no me explicó nada del trabajo pues ya lo conocía a la perfección porque le ayudaba de vez en cuando en la casa.

Al final de la jornada mi padre me habló para decirme algo.

-Has estado muy pensativo, te noto preocupado.

-Si, es que ayer sucedió algo que no me puedo sacar de la cabeza.

-Sabes que puedes contarme cualquier cosa, yo estoy para escucharte. -La sonrisa que mi padre me dirigió me llenó de confianza.

-Pues verás, ayer fue una chica especial a la compañía. -Al decir esto mi padre entrecerró los ojos y me dió una sonrisa de complicidad. -No es lo que crees, es una idol que me gusta mucho, ella estaba platicando con alguien y cuando quise ir a hablarle, yo casi muero en un accidente.

-Espera, ¿Estás bien? ¿Por qué no nos contaste a tu madre o a mi? -Me interrumpió mi padre muy preocupado.

-Tranquilo, no me pasó nada; pero lo importante es que cuando volteé a ver a la Idol, el chico con el que ella iba me dió una sonrisa extraña, y su mirada era siniestra, me preocupa que ella se relacione con una persona así.

-¿Y qué piensas hacer? -La pregunta de mi padre me distrajo, yo no sabía qué decir.

-No sé, no tengo los contactos o la influencia para hacer algo. -Dije en un tono derrotista. -De nada sirve preocuparme ahora, ya no puedo hacer nada, supongo que se acabó, mejor debería preocuparme por mí mismo, debería aprovechar mi segunda oportunidad para vivir plenamente. -Fue lo que pensé.

-Bueno pues, dejando eso de lado, necesito que me hagas un favor, quisiera que me acompañes a la prefectura de Miyazaki, estoy planeando en invertir en ese lugar y tengo algunas citas con personas de allá para revisar los contratos. -Me dijo mi padre.

-Siento que he escuchado ese lugar antes, bah!, no importa, será una buena forma de distraerme.

Al ver este viaje de negocios como una forma de distraerme de mi objetivo fallido acepté sin dudar. Unos días después, fuimos a ese lugar en familia y recorrimos varios lugares: una empresa comercial, una escuela y un hospital. Por algún motivo, el lugar se me hacía conocido. Al ser la prefectura de Miyazaki un lugar repleto de vegetación sin edificios altos supuse que me recordaba a mi pueblito, así que no le tomé importancia.

A diferencia de la reunión en la empresa comercial y en la escuela, que fueron cortas, en el hospital ya llevaba un par de horas, afortunadamente parecía que ya iba a acabar, pero estaba muy aburrido y comencé a caminar por los pasillos.

Tras unos minutos de estar caminando escuché un sonido familiar, era una canción y me dirigí a ese lugar. Al ver por la puerta que estaba entreabierta pude observar a un doctor de cabello oscuro y lentes siendo regañado por una enfermera.

-Doctor Gorou, debe de dejar de ver a sus idols en el cuarto de los pacientes. -Le decía la enfermera.

Rápidamente me fui de ahí con una sonrisa en mi rostro, ya sabía cómo ayudar a Ai, sólo me debía de asegurar de que Gorou no muriera, él era el más capaz para protegerla; pero entonces en un descuido tropecé por las escaleras...