Siempre fuiste tu.

IV

Todo a mi alrededor estaba oscuro, parpadeo varias veces para que mis ojos reaccionaran, pero nada, todo seguía oscuro y sin poder pasar por alto la situación me doy cuenta de que algo andaba mal, trato de que mi cuerpo rápidamente reaccionara y al intentarlo un dolor desgarrador me recorre por las costillas y parte de la cara, haciéndome maldecir por lo bajo, al instante bajo mi vista y al hacerlo me fijo de que estoy tirada en el suelo, con manchas de sangre por todos lados.

¿Dónde estoy?

Una pequeña luz a lo lejos me hace voltear la mirada y poco a poco mi vista se aclara permitiéndome ver mejor, parpadeo nuevamente para acostumbrarme a la luz y de repente caigo en cuenta de algo que no había notado antes.

No... yo conozco este lugar.

El miedo y la desesperación me inundan al voltear mi cara y ver a alguien al lado de mi con cortes por todos lados y con la mano en su abdomen tratando de controlar la sangre que brotaba de ella, ahogo un grito de pánico, y lágrimas comienzan a salir descontroladamente de mis ojos al verle el rostro.

Esa sensación era tan extrañamente familiar. No era de las personas que solían llorar tan fácil, no era débil. Sin embargo, no podía contenerlas. No cuando se trataba de ella.

Ma.. ma...

No ella no por favor....

Me acerco a ella inconscientemente, y mis manos temblorosas se dirigen hacia su rostro para ver si era real, pero la imagen delante de mis ojos cambia instantáneamente y en vez de verla a ella, me vi a mí en su lugar.

Abro los ojos de golpe y siento como un pulsante dolor de cabeza me hace estremecer, coloco las puntas de mis dedos en mi sien masajeando lo suavemente por varios minutos, pero nada. Por la frustración que me causa el dolor me paro abruptamente de mi cama para dirigirme al cuarto de baño y poder tratar de calmarlo con un poco de agua fría.

Me paso las manos por la cara recordándome varias veces que no tenia de que preocuparme si solo era un sueño. Me miro en el espejo y noto como una pequeña hilera de sangre me recorre la nariz, gruño por lo bajo al tratar de quitarme la con el agua de la regadera, pero sigue cayendo despreocupadamente haciendo que mi nariz arda.

A los pocos minutos de tratar estabilizarme y recoger todo lo que había tirado por el camino, pongo una mueca de confusión al echar un vistazo varias veces a mi alrededor.

¿Pero qué?

Espera. ¿Cómo rayos es que estoy en mi habitación?

Juro que, si es una de las bromitas pesadas de Jena, si la iba a matar esta vez, y créanme que si me alegrara de hacerlo.

Todo a su tiempo.

Gruño de frustración al querer recordar algo y no dar con nada, y no sé porque esa sensación me abrumaba más de lo normal.

Sera qué? No, no podía ser eso.

Descarto esa posibilidad cuando pequeñas ráfagas de pensamientos me llegan en ese momento de aquella vez en el pasillo y es extraño que después de eso no recuerde nada, solo se, que cerré los ojos y después de ese momento nada volvió hacer normal. Y que de repente despierte en mi habitación como si nada, eso lo hace parecer más anormal de lo que parece.

Debería preguntarle a Jena, quizás ella me trajo aquí y luego salió a buscarme algo de comer, con la excusa de que estoy así por no alimentarme bien en estos días.

Decido ya no pensar tanto en eso y me dirijo hacia mi pequeño closet para ponerme algo más cómodo y seguir durmiendo. Pero antes de llegar a abrirlo de reojo noto algo que no había dejado anteriormente en mi habitación.

Doy varios pasos hacia delante todavía más confundida cuando echo un vistazo por los alrededores de mi cama y veo que un trozo de papel sobresale extrañamente de ese lugar.

Como si alguien lo hubiese dejado allí a propósito.

Me le acercó desconfiando de lo que sea que haya escrito allí. Y me detengo pensándolo mejor, quizás sea una pérdida de tiempo, y a mí no me apetecía hacerlo en ese momento, pero mi curiosidad me hacía pensar lo contrario.

O quizás no lo sea...

Sin más preámbulos abro el trozo de papel lentamente, y noto que estoy nerviosa ¿Por qué rayos lo estoy?, mi cuerpo reacciona al sentir el olor tan peculiar del papel entre mis manos y sin entender por qué me doy cuenta de que no tenía que ser nada bueno.

Pero mi pregunta es. ¿Quién se atrevía a hacer semejante estupidez?

Salgo de mis pensamientos Y sin darles más vueltas al asunto pongo toda mi atención a lo que decía aquella carta, y me quedo pasmada en mi lugar y a la vez sorprendida cuando leo lo que estaba escrito en pequeños trozos de revistas.

No me jodas.

_Es un gusto volver a verte, Schwester.

R....  

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¡¡PAREN TODOO!! ¿Cómo que hermanita? ahhhhhh. 

hasta yo me emocione y a la vez me confundió este capitulo.

¿Qué creen que este ocultando nuestra querida Gena? QUE LO SUERTE YAA!!

AHAHHHAHAA.

subiré mas a menudo ya que la mayoría de los cap. los tengo en borrador bay.