Anhelo ✓

VIII: La dichosa tarjetita VIP

Horas antes...

Alguna canción, desconocida para mí, pero que muchos tararean y cantan, suena por los altavoces. Estamos en el concierto de esa banda que a Heather tanto le gusta.

Estábamos en la entrada del recinto, dónde dos gorilas enormes y uniformados, recogían las entradas, mientras otros tres ponían orden.

La verdad, es que nunca imaginé que iba a haber tanta gente, ya que no pensé que estos chicos se escucharan tanto.

En la entrada, había una pancarta gigante con fotos de los tres chicos de la banda, atractivos y sexys, cabe admitir.

Heather no dejaba de gritar emocionada y, de vez en cuando, se unía a las voces que cantaban una desconocida canción. Logan estaba a mi otro lado, con cara de asco por tanta gente reunida.

Pues él era así, no soportaba estar rodeado de tantas personas.

—Si sabes que es un concierto, que, por ende, va a estar lleno de gente, ¿por qué viniste? —le pregunto, aguantándome la risa por sus muecas exageradas.

—¡Porque me gusta la banda! —exclamó frustrado.

—¡Soy oscuridad, soy peligro! —grita Heather, eufórica, muy cerca de mi oído, mientras los demás fans se le unen.

Sip, mi amiga es toda un alma de la fiesta.

Las canciones de la banda no son malas, de hecho, me he sorprendido más de una vez tarareando alguna que otra, debe ser por Heather, o por Diane.

¡Y hablando de la reina de Roma!

—¡Liiiindseeeyyyy! —grita emocionada, llegando a mí, abrazándome.

Le devuelvo el abrazo.

—Pensé que no vendrías —dice, separándose de mí.

—La terminé por convencer —Heather se une a la conversación.

—Te ves hermosa, Diane —la alaga Logan.

—Gracias, Logan.

La verdad, es que Logan, aunque lo niegue el 90% de las veces, siempre ha tenido un crush por mi hermana. Y, ¡lo séee! ¡son primos!, pero ¡venga ya! Hay hermanos enamorándose, ¿y mi Lonly no puede tener de crush a mi hermana?

Ok, sé que suena muy descabellado, pero cuando Logan me lo confesó, pues no iba a dejarle de hablar ni mucho menos, es mi mejor amigo, y aunque le traté de hacer ver, muchísimas veces, que ese enamoramiento está mal, pues él no lo entiende, así que terminé dándolo por zanjado y llevándolo como algo normal.

Al final, esto no afectaría a nadie, ya que Diane sí tenía cabeza y jamás se fijaría en Logan de esa manera, palabras de mi amigo, no mías.

Siguen conversando, mientras Jason, el novio de Diane, llega a nosotros.

Mientras la larga fila sigue avanzando, siento que me jalan por el brazo. Al girarme, descubro que se trata de una chica vestida de negro, con el cabello negro y por los hombros.

¡La recuerdo! ¡Es una de las del juego a final de la noche!

Me entrega una tarjetita dorada.

—Te esperan en el privado —y, dicho esto, se devuelve por donde vino.

—¡Hey! ¡Oye, chica! —la llamo pero no recuerdo su nombre, así que es más que obvio que la chica continúa su camino sin hacerme el más mínimo caso.

—¿A quién llamas? —me pregunta Logan con voz aburrida.

—A la chica que estaba aquí ahora mismo, me ha entregado esto —le enseño la tarjeta.